Así caigan chuzos de punta, Cristina, vecina del Kalero, en Basauri, no pierde la sonrisa. Debido al temporal ha permanecido sin suministro eléctrico, como otros vecinos del barrio, desde primeras horas de la mañana hasta pasadas las 14.30 horas. "Llevábamos sin luz desde las ocho. Qué desbarajuste. Decíamos que igual era por el apagón mundial ese del que hablaban. Habrá que tomárselo con humor", comenta, poniéndole al mal tiempo buena cara. Otros muchos vecinos, residentes en la Avenida Urbi, tuvieron que retirar sus vehículos de los garajes de madrugada al sonar las sirenas en previsión de que se inundaran.

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El río Nervión se desborda a la altura de Ariz, en Basauri

Cristina ha ido a recargar el móvil esta mañana porque lo tenía sin batería y se ha dado cuenta de que se había ido la luz. Hasta la hora de comer ha estado a oscuras y reconoce que "no te das cuenta de lo mucho que te hace falta la luz hasta que se va". "No estoy abriendo nada la nevera para que aguante el congelador. Tengo hechas unas vainas para comer desde ayer, pero como tengo vitrocerámica no las puedo calentar", decía antes de que se reanudara el suministro eléctrico. "Nos habían dicho que darían la luz a las doce y media, pero en mi casa no la han puesto hasta pasadas las dos y media. Qué vergüenza, desde las ocho de la mañana así", protesta.

Con su móvil descargado y "el fijo sin funcionar" porque no había luz, Cristina ha estado utilizando para llamar el móvil de su marido. "Cuando se nos acabe la batería, nos quedaremos incomunicados", temía esta mujer, que justo a mediodía estaba citada para ponerse la tercera dosis de la vacuna del covid en el ambulatorio. "No sé si las estarán poniendo. Yo he bajado a la calle y en otras manzanas sí había luz", explicaba, con la esperanza de no tener que ir a calentar la comida a casa de su hijo, también vecino de Basauri. Algo que finalmente no fue necesario.

"LONJAS INUNDADAS HASTA LA MITAD"

El tiempo no acompañaba, pero Mónica, vecina de la Avenida Urbi, en Basauri, tuvo que salir a la una de la madrugada de su casa, a golpe de sirena, para poner su vehículo a salvo. "Cuando sube mucho el río y parece que se va a desbordar, unas alarmas avisan por precaución para sacar los coches de los garajes. A veces entra el agua, otras no, pero anoche estuvieron sonando mucho tiempo", cuenta y añade que "ha habido gente que ha estado a las tres y cuatro de la mañana dando vueltas por ahí".

El panorama, una vez que ha amanecido, era de los que no se olvidan. "En Urbi siempre ha habido desbordamientos. Cuando ocurrieron las inundaciones, aquí fue un desastre, pero desde que está dragado el río yo no recuerdo que se haya salido tanto como esta vez", hace memoria. De hecho, apunta, "a las siete de la mañana las lonjas más cercanas estaban inundadas hasta la mitad o más".

"NO HE VISTO EL RÍO TAN ALTO NUNCA"

"No he visto el río tan alto nunca", corrobora otra vecina de Basauri, que reside también en la Avenida Urbi y a la que ayer le costó conciliar el sueño por las alarmas de los garajes. "Hacia las doce y pico de la noche empezaron a sonar las sirenas. Cuando llega el agua a cierto nivel, saltan y suenan muy fuerte. Te pegas un susto...", reconoce.

Según explica esta vecina, no había oído las alarmas de los estacionamientos "desde que hicieron la obra del encauzamiento del río en Basauri". Anoche, cuenta, "sonaron mogollón de veces. Se oían voces y veías por la ventana a la gente que bajaba a sacar los coches de los garajes. Esta mañana, cuando nos hemos levantado, el río estaba superalto".