Los bloques de viviendas de los números 24 y 26 de la calle José Miguel de Barandiarán de Santurtzi, cuentan los días para pasar a formar parte del pasado de la localidad marinera. El Ayuntamiento santurtziarra ya ha concedido la licencia pertinente para que se pueda ejecutar el derribo de estos dos inmuebles que, en los últimos tiempos han sido noticia, en primera instancia por haberse registrado un incendio en una de las viviendas y, más tarde, por haberse descubierto varios casos de ocupación ilegal de vivienda. Todo ello también puso en evidencia un importante problema de convivencia en esta céntrica zona de la localidad marinera. "Se trata de un tema entre particulares y por nuestra parte, después de haber hecho de mediadores entre personas propietarias y empresas, hemos dado como Ayuntamiento la licencia necesaria para dar el primer paso, el derribo de este edificio, una vez que los vecinos y vecinas alcanzaron un acuerdo satisfactorio con una empresa para materializar esta actuación de regeneración de un entorno muy céntrico", indicó Joseba Ramos, edil de Urbanismo del Ayuntamiento de Santurtzi.

Ahora, con los permisos pertinentes ya recibidos, es el momento de que la promotora que ha comprado los dos bloques se ponga manos a la obra para derribar estos dos edificios. Dicho derribo, debiera comenzar a ejecutarse antes de que finalice el presente año, por lo que todo hace indicar que en las próximas semanas las máquinas comenzarán a trabajar en este punto de José Miguel de Barandiarán. "Desde la promotora nos han indicado que ese derribo se hará antes de que finalice el año", confirmó Ramos. El derribo será el punto de partida para que en un futuro cercano florezca una nueva promoción de vivienda que estará compuesta por un total de 36 pisos. De ellos, 16 se destinarán a realojar a los propietarios de las viviendas que darán el relevo a la nueva promoción de vivienda. Con esta actuación no solo se regenerará este entorno en materia urbanística, sino que también posibilitará una regeneración a nivel social. "Con esta actuación urbanística conseguimos un doble propósito, como es regenerar una zona degradada del pueblo y contribuir con la regeneración social de la zona, para así dar tranquilidad a vecinos y vecinas del entorno", señaló Ramos. Se estima que las labores de construcción de los nuevos pisos durarán entre 18 meses y tres años.

Rehabilitar o derribar

De esta manera, se pondrá punto y final a una cuestión que llevaba pendiente de resolver muchos años, concretamente desde hace más de una década, cuando parecía que los propietarios de estos dos bloques de viviendas iban a llegar a un acuerdo con alguna constructora pero, finalmente, esas esperanzas de pacto se rompieron. En la actualidad, los dueños de estos inmuebles -en los que ha habido alguna usurpación de vivienda y hay personas viviendo en precario- contaban con dos opciones. La primera de ellas era proceder a una profunda rehabilitación de estos dos edificios que se han visto muy deteriorados en los últimos tiempos. La segunda de las opciones y la que, finalmente, han tomado los propietarios era la de alcanzar algún tipo de acuerdo con alguna constructora para que adquiriese este solar con el fin de crear una nueva promoción de viviendas en las que serían realojados. Ese momento de abrir la puerta de su nueva hogar queda un poco más cerca tras la concesión por parte del Ayuntamiento de la licencia de derribo para los bloques antiguos de los números 24 y 26 de José Miguel de Barandiarán.