Se calcula que alrededor de 18.000 conductores de la zona acuden a pasar la inspección técnica de vehículos a la estación situada en el Valle de Mena, a los que habría que añadir los que han estado dirigiéndose a Trapagaran o Cantabria por la ausencia del servicio en la comarca. Una aproximación a lo que puede suponer para Enkarterri la reciente puesta en servicio de la ITV de Zalla. Durante una visita a las instalaciones, representantes municipales, del Gobierno vasco y de la empresa concesionaria cifraron en 30.000 los vehículos que acudirán al polígono industrial de Longar en cinco años. Siete personas de la comarca trabajan en el lugar, favoreciendo la generación de empleo en el entorno más cercano.

El diseño del edificio ha evolucionado desde que el proyecto se anunció en 2007. Catorce años después, por fin es una realidad tras superar numerosos obstáculos, incluyendo el frenazo que le dio el Gobierno vasco entonces liderado por Patxi López, y el confinamiento, que detuvo las obras al poco tiempo de empezar. Pese a que "las pruebas están muy reguladas y una normativa muy estricta rige también las características del edificio -en cuanto a protección frente a incendios o gases de los tubos de escape-, hemos intentado que la experiencia resulte confortable tanto para los usuarios como para el personal trabajador", indica el ingeniero director de la obra, Carlos Inguanzo. Así, "se puede recoger el informe de la inspección sin bajar del vehículo evitando tiempos de espera innecesarios" y se han cuidado los espacios de trabajo y el área de descanso de los empleados. Además, "cada persona trabajadora dispone de dos taquillas". La configuración de los fosos para explorar los vehículos "aquí diáfanos", representa otra de las innovaciones del pabellón de 1.100 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 4.600, que cuenta con tres líneas de inspección y una sección específica para motocicletas.

"Gracias a la colaboración interinstitucional se ha puesto en marcha esta planta, que Enkarterri necesitaba y por la que tanto hemos luchado", valoró el director general de Itelink, la empresa gestora, José María Hernández-Sampelayo. "Años de experiencia" se han aprovechado en la construcción de un pabellón "bonito, luminoso y práctico", para el viceconsejero de Industria del Gobierno vasco, Javier Zarraonaindia, quien expresó su "satisfacción, ya que nuestra responsabilidad es velar por la seguridad industrial, poner facilidades a los conductores y reducir las emisiones contaminantes". La rápida conexión al corredor del Kadagua facilita "que podamos llegar desde Bilbao en quince minutos por una carretera fantástica".

Sinergias

La apertura de la planta, desde el 26 de abril mediante cita previa, "es una muy buena noticia para Zalla y Enkarterri", demostración de que "pese a las circunstancias" y las limitaciones de la pandemia, "seguimos avanzando", destacó el alcalde de Zalla, Juanra Urkijo. "Con visitantes cada vez más asiduos", "nos encontramos a un paso no solo de Bilbao, sino también de la Supersur, el puerto o el aeropuerto", lo que facilitará la afluencia de coches, vehículos, autobuses o camiones. Enkarterri, "es una tierra de oportunidad para aquellas personas con un proyecto empresarial". En este sentido, desde el Ayuntamiento "confiamos en que el inicio de la actividad de la ITV dé lugar a la ocupación del polígono industrial de Longar generando empleo y sinergias con empresas y demandantes de empleo". "Hay movimiento en interés", añadió.

Terminada la construcción de la ITV de Zalla y con la proyectada en Zarautz "ya operativa", el Gobierno vasco avanza que las de Beasain y Sopela "se encuentran en el proceso administrativo", según el viceconsejero.