En las dos próximas semanas las familias del colegio Zipiriñe de Sopelavalorarán los dos proyectos finales que se contemplan para la ampliación del centro. Con el objetivo de abordar la problemática de espacio en la escuela, hace tres años se creó una mesa de trabajo para avanzar en la ampliación de las instalaciones en la que participan todos los grupos políticos con representación municipal, la dirección y la AMPA del instituto de Iberre, la AMPA de Zipiriñe y la dirección del centro.

A lo largo de este tiempo se han estudiado varios proyectos y, aunque en un primer momento se plantearon tres propuestas, una se descartó por ser "inviable". De este modo, serán dos las que se pondrán sobre la mesa del Departamento de Educación para su evaluación, formuladas por los grupos de EAJ/PNV y EH Bildu.

Antes de consultar sobre las dos opciones a las familias mediante un proceso participativo, entre noviembre y diciembre del año pasado se realizó un análisis de las propuestas a cargo del profesorado del centro, los servicios de cocina y conserjería, la AMPA y la propia dirección.

Ahora el Ayuntamiento quiere conocer el punto de vista de las familias que integran el centro y ha impulsado un proceso consultivo que se iniciará el próximo lunes 18. Una vez se obtengan los resultados, se trasladarán a Educación junto con los dos proyectos.

"Para llevar a cabo el proceso con la máxima transparencia, la mesa de trabajo acordó contratar una empresa externa para que realizase el proceso de consulta. Lo que se solicita es la opinión de los padres y madres del centro para ver qué proyecto les gusta más. Cuando tengamos su valoración, se trasladará a Educación, que es quien tendrá la última palabra", explica el alcalde Josu Landaluze.

Proyectos

Por un lado, la propuesta jeltzale consiste en la ampliación del actual centro escolar con la construcción de un edificio anexo compuesto por dos plantas con dieciséis aulas -ocho en cada una, de 60 y 42 metros cuadrados-, baños y zonas comunes, así como un amplio pasillo de 200 metros cuadrados. Al mismo tiempo, también se aumentaría la zona de patio a través de la calle Goiene, ganando de este modo 1.640 metros cuadrados. "Esta propuesta recoge e incrementa las necesidades que nos han trasladado los responsables del centro", expone Landaluze, quien considera que "resolvería los problemas de cara a los próximos años" en base a un estudio encargado por el Consistorio de estimación de crecimiento demográfico.

Por otra parte, EH Bildu propone construir un nuevo edificio en lo que denomina "el balcón de Sopela", concretamente en la zona de Loroño, "en los terrenos del actual parking disuasorio", que se destinaría a educación infantil. Se trata de una parcela de "más de 5.000 metros cuadrados" en la que se levantaría un edificio de dos plantas. En la planta baja se ubicaría la administración y las aulas, y en la planta semisótano los servicios de la escuela como aulas de psicomotricidad, música o vestuarios, así como un parking de 110 plazas. "Este nuevo edificio permitiría descongestionar Zipiriñe porque no se trata solo de un problema de espacio, sino de masificación", opina Unai del Burgo, portavoz de la coalición soberanista. Junto a la parcela urbanizable se encuentra un encinar que tratarían de "recuperar por su potencial y valor ecológico, junto a la vega del Lemotza", expone. No obstante, más allá de proyectos sostiene que "lo importante es que la comunidad escolar de Sopela sea quien decida y eso es lo que tiene que tener en cuenta el Departamento de Educación". Asimismo, Del Burgo indica que la localidad tiene "pocas parcelas edificables" y la zona de Loroño resulta "óptima por su accesibilidad y cercanía con el centro".