La Diputación dará un impulso definitivo a la digitalización de la Administración el próximo año, tanto a nivel interno como de cara a la ciudadanía, destinando más de la mitad del presupuesto de Administración Pública y Relaciones Institucionales -que ascenderá a 70,7 millones de euros, un 10,11% más- a este objetivo. "La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de una organización digital; después de esta crisis vendrán otras, que podrán ser sanitarias o no, y requerirán de una respuesta tecnológica y humana rápida, flexible y que atienda las necesidades de la ciudadanía", ha destacado este viernes la diputada Ibone Bengoetxea.

Con estas cuentas, y teniendo en consideración la brecha digital, el departamento aspira a "acompañar a todas las personas en todos los trámites que necesiten, digitales o no, para que puedan acceder a ellos de igual manera personas que por razones de conectividad, recursos o competencias, no puedan hacerlo. El objetivo de ofrecer más y mejores servicios, cercanía en la atención y trámites más simples, consolidando la digitalización de la atención ciudadana, sin descuidar la presencial".

Para ello, destinará el 53% del presupuesto a acelerar la transición digital, con importantes crecimientos en las partidas del plan informático foral (7,8 millones) y las destinadas a la atención digital a la ciudadanía (27,18 millones), mientras que se dotará con 6,5 millones de euros a la Fundación BiscayTIK, encargada de impulsar la modernización de los ayuntamientos y mancomunidades.

FINANCIACIÓN MUNICIPAL

Precisamente en relación a los municipios, la responsable foral ha indicado que el próximo año la Diputación dispondrá 60 millones de euros para conceder préstamos a los ayuntamientos del territorio como una vía de financiación alternativa "excepcional y de emergencia" ante la previsible merma de ingresos en los municipios "que cumplan determinados requisitos".

También se ha eliminado la partida para ayudar a los ayuntamientos con dificultades económicas, que se había venido reduciendo en los últimos, ya que "ninguno se encuentra en esa situación" con una deuda superior al 60% de sus ingresos. Sí se mantienen, sin embargo, los programas de imprevistos, dotado con 6,2 millones de euros, y otros dos millones para que los municipios de menor tamaño pueda abordar inversiones en infraestructuras.

Respecto al parque móvil, Bengoetxea ha recordado que en los últimos años se ha llevado a cabo un importante esfuerzo para renovar la flota, pero la limitación de los recursos ha llevado a tomar la decisión de aplazar esta línea de trabajo. Sí se adquirirán, sin embargo, 14 nuevos todoterrenos.

PLANTILLA FORAL

Finalmente, la diputada ha asegurado que a lo largo del próximo año la Diputación mantendrá la misma plantilla de trabajadores, con 3.187 funcionarios, pese a la creación de nueve nuevas plazas -un técnico de inspección de transporte, otro de asesoramiento jurídico, operadores para el centro de gestión de emergencia Bizkaia Prest...- y la amortización de veinte, entre ellas las del servicio de Hidrología, que en 2021 pasará a gestionar el Gobierno vasco desde la agencia vasca del agua URA. "Las once plazas de diferencia se han creado a lo largo de 2020 y que deben de materializarse presupuestariamente el próximo año", ha explicado.

"Algunas plazas están desde hace algún tiempo en proceso de extinción, otras sabemos que son a amortizar... Eso no quiere decir que las personas desaparezcan. Hay un marco general que no nos permite crecer más que aquello que la legislación básica establece; si queremos crecer en un servicio, tiene que venir compensado con disminuciones en otros puestos. Pero no vamos a dejar a esas personas en la calle", ha advertido Bengoetxea. "El empleo público es importante pero la sostenibilidad de los recursos también".

Finalmente, también recogen las partidas para el servicio de bomberos, con 4,5 millones de euros, que incluye la puesta en marcha del nuevo parque de bomberos de ZallaZalla y obras en los parques de bomberos de Urioste y Basauri (800.000 euros).