La pequeña relajación de las restricciones que previsiblemente se aplicará durante las fiestas de Navidad también llegará a las residencias de mayores de Bizkaia, que podrían permitir más visitas a sus residentes, así como la realización de salidas familiares.

El diputado foral de Acción Social, Sergio Murillo se mostró el miércoles abierto a la posibilidad de que en Navidad se declare una "pequeña tregua" y que las personas mayores que viven en residencias puedan mantener "más contacto" con sus familiares, incrementando el número de visitas, e incluso que puedan salir y pasar con ellos la Nochebuena y la Nochevieja. "Creo que hay que hacer esos gestos para esos días señalados y tenemos que permitir un pequeño avance si la curva nos da una tregua, y nos la está dando", señaló Murillo en una entrevista en Radio Euskadi.

Las medidas que se aplican en las residencias se tienen que "acompasar a lo que pasa en la sociedad" y "relajar un poco" las restricciones si se rebajan con carácter general, opinó Murillo. Eso sí, el diputado foral recordó que hay que seguir siendo "muy cuidadosos" con los contactos personales, y que si finalmente se autorizan las reuniones familiares de hasta diez personas, "tienen que ser los mismos todos los días".

Murillo explicó que su Departamento trabaja para "incrementar el número de visitas o de personas que puedan visitar a las personas residentes", algo que "parece normal en un contexto de relajación de la transmisión comunitaria", y también que "las salidas se puedan realizar y a la vuelta ver el protocolo de retorno".

En este sentido, el diputado foral señaló que una salida de usuarios de residencia fuera del centro para participar en alguna reunión familiar "podría tratarse como un nuevo ingreso, con una PCR al ingreso y un aislamiento mientras tenemos el resultado. Por aquí tiene que ir el mecanismo que articulemos para quien quiera salir a comer o cenar en Navidad o Nochebuena con su familia", señaló. Añadió que este protocolo, con "vigilancia extrema de síntomas hasta catorce días", puede ser "la referencia".

Murillo insistió en que hay que ser "muy cuidadosos" porque no solo se trata del "riesgo que asume esa persona", sino de que el contagio "puede llegar al resto de residentes" debido a que, en los centros, el virus se puede extender "con mucha facilidad". Así, al referirse a los residentes que puedan salir para estar acompañados de sus familias durante los días de fiesta, el diputado foral reiteró que "no solo es el riesgo que asume esa persona, sino que nos toca hacer de árbitros para que la transmisión no llegue al resto de residentes, por el propio ecosistema que suponen estos centros".

Explicó que no es frecuente que los residentes se trasladen a los domicilios familiares en estas fechas, por los cuidados que precisan, aunque sí considera que "hay que provocar ese contacto de visitas, de allegados, de nietos, de sobrinos" durante esos días "señalados para todos". El diputado foral pidió que se "cuide el factor emocional" de los residentes, "llamándoles más frecuentemente, yendo a visitarles, dando un paseo". "Tener contacto emocional no significa tener que comer ni ir a un espacio cerrado", aseguró.

105 fallecidos

En los dos últimos días se ha registrado el fallecimiento de otros dos usuarios de residencias para mayores, con lo que ya son 105 los usuarios muertos en la segunda ola, con un nuevo foco detectado en el centro residencial Sanfuentes, en Abanto y Zierbena.

Hasta el martes había 120 usuarios con positivo confirmado, uno más que dos días antes, y 31 residentes hospitalizados, dos más que en el anterior informe. El número de trabajadores con positivo confirmado bajó a 104, veinte menos, y hay 49 empleados en aislamiento.