LAS mascarillas han pasado de ser un producto sanitario a convertirse en un complemento de moda más para protegerse contra el coronavirus. Las grandes firmas de moda como Louis Vuitton, Gucci y Fendi han decidido aprovechar la gran demanda de mascarillas que hay a escala mundial y crear sus propios diseños que ya lucen las celebreties. No cabe duda que es un complemento que ha llegado para quedarse, pero eso sí quienes los diseñan no se olvidan que su principal función es la de proteger. Sin embargo, esto para nada está reñido con la moda y con la necesidad de sentirse a gusto con un elemento que es desde hace semanas obligatorio en el transporte público y que cubre gran parte del rostro.
Ante esta nueva realidad los diseñadores vizcainos también han aprovechado el confinamiento para agudizar aún más si cabe el ingenio y crear mascarillas chic que doten de personalidad a quienes las lucen.
DEIA de la mano de la asociación Bilbao Centro ha reunido a algunos de estos artistas de la moda para conocer en qué se han basado para dar forma a sus mascarillas personalizadas y originales. "No se trata de olvidarnos de que existe una pandemia y que el tema es serio, pero necesitamos ponerle color, ponerle sonrisas a esta situación. Sin nuestra sonrisa, perdemos esencia y no estamos dispuestos a que ningún virus nos la quite. Una de las formas es a través de la moda y de nuestros diseñadores que están ahí trabajando duro para sortear también las consecuencias del covid-19", explicó la directora artística de Bilbao Centro, Olga Zulueta.
Las posibilidades son infinitas. Solo hay que encontrar la que más vaya con el estilo de quien lo vaya a lucir.
De colores variados, algunas están hechas a ganchillo, otra son algodón; con flores, letras, con abalorios exóticos, con dibujos de sonrisas, labios rojos, bigotes... Hay quien, como Elena Nebreda, bajo la marca Dember ha creado con la misma tela mascarillas unidas a los pañuelos: "Si queremos competir solo lo podemos hacer con el ingenio", dice Elena. Astrid Libano González, de Loop Astrid ha diseñado mascarillas sujetas con botones a la diadema y también a juego del bolso: "La idea de la diadema ha partido de ama. Es muy práctico y muy cómodo. Intentamos que la mascarilla sea un complemento que vaya a juego de la ropa que llevamos. Hay que tratar de ser originales y diferentes", explica Astrid. Su madre, la asesora de moda, Miren González Mendialdua lució con mucho estilo un vestido largo en tonos grises a juego de la mascarilla, diadema y del bolso. "Mientras que este elemento de protección esté en nuestras vidas no nos queda otra que adaptarlo a nuestro día a día. La mejor forma es llevándolo con estilo y acorde a nuestro look".
Pero también hay quien va más allá y diseña las mascarillas con plumas o pedrería como Janire, de la firma Sweety Glory cuyas mascarillas están basadas en la alegría de poder disfrutar del aire libre, creación, diversión, color y diferentes texturas. "He creado algunas inspirándome en Florencia, en la familia Médici... También he creado algunas para novias con tul", cuenta. Para Peio Duran la mascarilla es una prenda más creada para cubrir una necesidad, pero él lo aprovecha como si fuera "un lienzo para estampar todas las ilustraciones que hago en mis prendas". Aunque se puede seguir utilizando las mascarillas clásicas, en opinión de Peio está en los diseñares ir más allá y convertirlo en un elemento más del outfit diario. "La clave es que este elemento tenga una identidad y vaya con la personalidad y el estilo del artista y de quien lo lleva", afirma. La bermeotarra Nora Cucurull, bajo la marca Uhaina Surf&Art decora las mascarillas con paisajes, dibujos de animales. "Intento que sean creaciones alegres, para intentar darle una vuelta a esta situación. Mucha gente me las pide personalizadas", apunta. Por su parte, Jasone de Masquegorros ha dado forma a mascarillas con variedad de colores, con material TNT y filtro quirúrgico. "He creado algunas con el escudo del Athletic", dice. Fara, diseñadora musulmana afincada en Bilbao, sorprende con telas étnicas y de su Marruecos natal; Koli, no deja atrás su origen persa y da forma a sus mascarillas con "divertidos diseños repletos de flores que inspiran positividad". Amaia, de Alma tocado quiere recuperar el carnaval, el baile, la necesidad de libertad, de desenfreno, en cada una de sus creaciones. "No podemos perder lo que llevamos debajo de la mascarilla".
