- Si "el tango es el dolor del desencuentro, la agonía de la espera y la ilusión de un abrazo", sin duda, es el momento ideal para bailarlo. Dada la actual situación, en un mundo lleno de vidas partidas por la crisis sanitaria del coronavirus, soñar con los pies y apasionarse por el baile puede contribuir a ver la luz al final del túnel. Y es que, a pesar del dolor por el aislamiento y la agonía de la espera, el sueño de poder abrazarse en una baile infinito es algo que conocen de primera mano los amantes del tango. Buen ejemplo de ello son los directores de la escuela de baile Querido Tango de Urduliz. "Bailar es soñar con los pies. Es nuestra forma de amar la vida", señalan Borja Alkalde y Christina Gómez, bailarines y profesores de tango argentino desde hace once años, y que el año pasado se proclamaron subcampeones de Europa en Alemania. "Nos conocimos hace cuatro años, precisamente, bailando en Madrid", rememoran. Una pareja unida por la pasión por el tango que no deja de bailar ni en lo peores momentos. "El tango son muchas sensaciones. Puedes llevar el cuerpo al máximo, es como un deporte", opina Borja. Como la gran mayoría de negocios y empresas, la crisis sanitaria les obligó a cerrar su escuela, pero no por ello han dejado de bailar. "Hemos decidido compartir unos vídeos de tango con la comunidad virtual de nuestra página en Facebook -Querido Tango Bilbao-, ya que al tener que estar en casa y no poder ir a clase ni ir a milonguear queremos ofrecer nuestra ayuda para que todo el mundo pueda seguir practicando desde casa", explican. "¡Coronavirus no nos puede parar! Quedamos en casa pero seguimos bailando", exclaman.
Así, entre los primeros vídeos que han publicado en la red están los que ofrecen técnica de mujer sobre "cómo hacer rulos para llegar al sandwich" y "técnica de hombre y un paso para practicar en dos". Una iniciativa que ha sido muy bien acogida por sus alumnos, que pueden continuar con el aprendizaje durante este periodo de confinamiento. "Les pedimos también que nos manden vídeos para poder corregirles lo que necesiten", apuntan. En este sentido, uno de los mensajes que más ilusión les ha hecho en estos últimos días fue el que les envió una alumna que enseñó los vídeos de la página a sus padres y estos se pusieron a bailar tango", desvelan.
Por otro lado, además del tango, Christina con raíces mejicanas e inglesas, también imparte clases de zumba gratuitas los martes y jueves de 10.00 a 11.00 horas e, incluso, ha decido poner al mal tiempo buena cara ideando una coreografía para la cumbia del coronavirus. "Me parece muy importante el ejercicio para nuestro bienestar físico y mental, sobre todo, cuando estamos todos encerrados en casa. Por eso queremos contribuir a que todos, desde casa, sigan moviendo el cuerpo", señala Christina sobre las clases de Dance Fitness que comparte en directo. "El objetivo es que la gente mueva los huesos y hagan un poco de cardio divertido", expone, al tiempo que hace un llamamiento para unirse a la escuela virtual. "Únete a nosotros en las sesiones en directo, con los abuelos, los hijos y el perro", agrega.
Por último, la pareja lanza una recomendación que viene muy bien en estos tiempos: "Ven a mover, bailar y amar la vida con nosotros".