Lo saben muy bien en el Colegio de Fisioterapeutas del País Vasco (COFPV). No ocultan, de hecho, su preocupación por las consecuencias que puede acarrear un periodo prolongado de confinamiento en la salud física -y mental- de las personas. Por eso, tal y como subraya Edurne Andueza (tesorera del COFPV) "es fundamental ponernos disciplinas de hacer ejercicio" y tomar el aire si se puede, aunque sea en la ventana o en el balcón. Y es que algo tan inocente como dejar de moverse puede ocasionar estreñimiento y falta de apetito, pero también problemas de rigidez articular y pérdida de fuerza muscular; e incluso puede derivar en problemas respiratorios y circulatorios.

"Es un circulo -resume a DEIA esta especialista-. Ten en cuenta que cuando disminuye la actividad de todos nuestros órganos y músculos, el cuerpo se va debilitando, el sistema inmunológico se debilita,€" Un escenario indeseado al que se puede poner remedio con un antídoto fácil y barato: caminar por el pasillo, sentarse y levantarse de la silla, flexiones y giros de las extremidades,€ La falta de espacio y de medios para ejecutarlos "no puede ser un elemento insalvable para evitar los efectos adversos" de la falta de movilidad.

Por eso, lo que se recomienda es mantener ciertas pautas en casa. Sencillas, además. Y con objetos cotidianos, al alcance de la mano: sillas, bricks,€ Cada cual según sus posibilidades. Por ejemplo, esas personas que están en cama por alguna enfermedad "tendrán que intentar mover las extremidades superiores e inferiores" para mantener la movilidad, reflexiona Andueza. Quien, por ejemplo, está en silla de ruedas, siempre y cuando pueda, debe ejercitar los movimientos de tobillo y mantener la tonificación de las articulaciones superiores.

En ese vademécum de ejercicios caseros aconsejados también son básicos plegar las rodillas dobladas al pecho y los talones hacia el glúteo; ponerse en cuclillas con la planta del pie apoyado con las rodillas separadas; hacer movimientos circulares con los hombros hacia delante y hacia atrás y realizar giros con las caderas,€. "Cada uno tiene que ver cómo está", resumía Andueza. Y ya sea a la mañana, a la tarde o antes de ir a dormir, "lo importante es que distribuyas el ejercicio durante el día. Yo por ejemplo, me he impuesto tres veces al día", enfatiza la integrante del COFPV.

Desde el punto de vista emocional, inseparable de la forma física, esta experta consultada por DEIA aboga por diferenciar el tiempo de ocio y de descanso del teletrabajo. El consejo es planificar bien el horario y establecer pausas de 5 o 10 minutos cada hora y media porque "es mejor hacer descansos cortos y frecuentes para evitar situaciones de fatiga". "No pasa nada porque respondamos a un correo media hora más tarde", describe. Eso, y mantener ciertas rutinas como levantarse, ducharse y desayunar a la misma hora que se si fuera al trabajo; nunca quedarse en pijama. "No es buena idea teletrabajar así. Son situaciones que desencadenan en no hacer más cosas", sospecha.

Y es que cumplir con una tabla básica de gimnasia contribuye a "mantenernos positivos, motivados y con energía" durante este periodo de cuarentena. "Está bien que la gente sepa que en las redes sociales puede seguir tablas de ejercicio. Hay aplicaciones para móviles que te guían y muchas son gratuitas", dice Andueza. Las apps para hacer entrenamientos desde casa no son una novedad, pero desde que comenzó la amenaza por el coronavirus se han vuelto más útiles que nunca. Las hay de todo tipo, como Seven que permite hacer ejercicio en espacios reducidos; Asana Rebel para practicar yoga; o 8fit con sesiones interactivas para realizar diferentes actividades y ejercicios.

Y para los más pequeños, "juegos que les hagan moverse", apostilla Andueza. "El niño te lo solicita, además. Pero desde luego evitar que esté con una consola sentado. Al final son muchos días y vamos a terminar aburridos de todo. Es un buen momento para recuperar juegos de nuestra infancia. El escondite, a pillar, la gallinita ciega,€ Lo que te permita la casa. Si se tiene que aburrir, también le viene bien, pero la energía no queda otra que gastarla jugando. Y si se hacen tablas de ejercicio los niños enseguida se apuntan, aunque sea haciendo el tonto,€".

"Cuando disminuye la actividad de nuestros órganos, nuestro sistema inmunológico se debilita"

Fisioterapeuta