Bilbao - El túnel de la ría que unirá ambas márgenes ya tiene trazado definitivo: serán tres kilómetros, entre la rotonda de Ballonti, en Sestao, y la de Artaza, en Leioa, que discurrirán por debajo de Arcelor y Lamiako a una profundidad de 40 metros, el equivalente a un edificio de nueve plantas. El subfluvial, que reducirá a tres la duración de un recorrido que actualmente se prolonga diez minutos sin problemas de tráfico, supondrá una gran variante para 51.000 vehículos al día y permitirá descongestionar el anillo metropolitano en el entorno de La Avanzada, el puente de Rontegi y la recta del Max Center de la A-8. "Estamos ante una de las grandes obras de Bizkaia de todos los tiempos, un reto de ingeniería y de construcción", destacó el diputado general, Unai Rementeria, quien anunció que ayer mismo se sacó a licitación el proyecto constructivo con la mirada puesta en comenzar las obras en 2023 y poner el vial en servicio en 2028.

El anillo metropolitano representa el punto más conflictivo de la red viaria del territorio. Dos de cada tres vehículos que circulan por Bizkaia lo hacen por el entorno de Bilbao: La Avanzada soporta 130.000 vehículos al día, Rontegi 160.000 y la recta del Max Center, en la A-8, 145.000. A la insuficiente capacidad de la red, que genera importantes problemas de congestión, se unen además la falta de mallado de la ría, con una única zona de cruce en el puente de Rontegi en 11 kilómetros, y una elevada vulnerabilidad, ya que cualquier incidente en este viaducto colapsa todo el anillo metropolitano.

Frente a esa situación, el túnel bajo la ría entre Sestao y Leioa se configura como una gran variante para sacar vehículos del entorno metropolitano, al quedar unida en Ezkerraldea con la Supersur, que permite dirigir los tráficos que se dirigen a la meseta por la AP-68, para entrar a Bilbao y también hacia Cantabria, por un extremo, y hacia Gipuzkoa por el corredor del Txorierri por el otro.

En los últimos 16 meses, la Diputación ha estado trabajando en el estudio de viabilidad de conexión entre ambas márgenes para establecer la mejor alternativa del trazado, entre las tres que se barajaban con un mismo inicio y final. Uno de los aspectos fundamentales que se analizaron fue el subsuelo, para saber qué tipo de materiales existen tanto bajo la ría como en ambas márgenes, a través de la recopilación de unos 200 sondeos que ya habían realizado anteriormente otras entidades -desde la Autoridad Portuaria al Consorcio de Aguas o la propia ETS para la construcción del metro- y 15 catas más que ha llevado a cabo la propia Diputación, que han requerido del uso de una pontona que fue desplazándose por la ría.

Tras estudiar las tres opciones de acuerdo con criterios técnicos, finalmente se ha elegido el trazado más largo, de 3.037 metros -200 y 195 metros más largo que las otras- ya que, pese a que a priori un recorrido más largo encarece la inversión necesaria, la opción elegida resulta más económica que las otras dos, más segura de construcción y más rápida de ejecutar, ya que su construcción es más sencilla y el tratamiento de los terrenos que precisarían las otras dos encarecería más los trabajos. Trazando una curva, el túnel saldrá bajo la rotonda de Artaza, se desviará hacia Leioa para pasar junto a la depuradora de Lamiako, discurrirá bajo la ría antes de la dársena de la Benedicta y saldrá a la rotonda de Ballonti, en Sestao. "Es el trazado más largo pero sin duda el más acertado", destacó Rementeria, quien también remarcó que la elección del trazado final ha sido "absolutamente técnica, que es la mejor garantía para buscar la mejor solución para la obra".

Entre otros aspectos -se han tenido en cuenta hasta nueve variables, se ha elegido esta ya que es la que discurre por menos suelos problemáticos -240 frente a 500 y 400 metros, sobre todo, arenas, limos y zonas saturadas de agua -principalmente en la zona de Lamiako- y más por zonas rocosas. Además, tiene menos áreas edificadas en la superficie -genera menos problemas de asentamiento de terrenos y es más fácil acometer la obra a cielo abierto, como se hizo en su día con el metro- y también menos recorrido bajo la lámina del agua de la ría: apenas 200 metros, al evitar la dársena de Sestao, mientras que las otras dos tendrían 520 y 530 metros subacuáticos, lo que puede provocar filtraciones y, en general, resulta menos seguro. Finalmente, también se ha valorado que este recorrido permite utilizar diferentes métodos constructivos, mientras que las otras dos estaban más limitadas en este sentido.

Edificio de nueve pisos Con dos tubos independientes de dos carriles cada uno, el túnel bajará hasta una profundidad máxima de 40 metros, el equivalente a un edificio de nueve plantas, y permitirá, en principio, una velocidad máxima de ochenta kilómetros por hora. Frente a los 10 minutos que actualmente se tarda en llegar de una rotonda a otra por el puente de Rontegi -contando con que no existan problemas de tráfico, utilizando el subfluvial se podrá cubrir esa distancia en apenas tres.

Con todos estos datos en la mano, la Diputación ha sacado ya a licitación la redacción del proyecto constructivo, que analizará más en profundidad el estudio geotécnico del subsuelo, especificará al detalle aspectos como el método constructivo o los accesos al túnel en Leioa y Sestao, y establecerá, junto a los ayuntamientos afectados, todo lo referente al ámbito urbanístico. "Será el manual de instrucciones para construir y poner el túnel en servicio", especificó el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales. La elaboración de este trabajo, cuya redacción se prolongará 33 meses, está abierta a ingenierías de todo el mundo y permitirá comenzar las obras en 2023.