Bilbao - El nuevo parking que la Diputación va a construir en la zona de Urizarreta de San Juan de Gaztelugatxe tendrá un carácter “transitorio” como aparcamiento de vehículos privados, ya que en el futuro su uso será exclusivo para autobuses. La diputada de Sostenibilidad y Medio Natural, Elena Unzueta, defendió ayer que la infraestructura cumple la normativa ambiental y explicó que se enmarca dentro de una estrategia integral para fomentar el uso del transporte público para visitar el enclave turístico, estableciendo para ello lanzaderas y parkings disuasorios en localidades vecinas, aunque advirtió de que para ello es necesaria la implicación de sus ayuntamientos.

Elena Unzueta compareció ayer en las Juntas Generales, a petición de EH Bildu y Elkarrekin Bizkaia, para explicar qué informes ha realizado su departamento sobre esta nueva infraestructura y qué valoración hace de los “efectos negativos” que tendrá en el entorno. La Diputación comenzará a finales de este año la construcción de un nuevo aparcamiento de 51 plazas para vehículos privados en la zona de Urizarreta, habilitando el que existe para autobuses y bicicletas, lo que ha provocado las críticas de plataformas ciudadanas del entorno.

Junto al PP, todos los partidos de la oposición mostraron su rechazo al proyecto, tanto por no haberse redactado un estudio de impacto ambiental específico como por la agresión que supondrá en el medio ambiente al construirse cerca de una zona protegida. “Entender que la construcción de un parking es una modificación del proyecto de la variante es estirar la legalidad como si fuera un chicle”, censuró el apoderado de Elkarrekin Podemos Xabier Benito, mientras que desde EH Bildu Iratxe Arriola abogó por constituir una mesa con diferentes agentes para buscar una solución consensuada para impulsar la movilidad sostenible, visto el rechazo vecinal que ha generado el proyecto. “Tendrá un impacto ambiental irreversible”, advirtió el popular Eduardo Andrade, quien anunció que pedirán que se paralicen las obras hasta buscar una alternativa “consensuada”.

Implicación La responsable foral de Sostenibilidad y Medio Natural destacó que el objetivo final es fomentar el uso del transporte público para visitar el enclave turístico pero que ese cambio de hábitos “no se puede conseguir de un día para otro”. Dentro de esa estrategia global, el parking tendrá un carácter “transitorio”, ya que en el futuro está previsto que sea de uso exclusivo para autobuses y otros vehículos de alta capacidad. Sin embargo, advirtió de que para lograr que los visitantes lleguen a Gaztelugatxe en lanzaderas es necesario habilitar aparcamientos disuasorios en los municipios colindantes, como Bakio o Bermeo, “pero también otros”. En este sentido, lamentó que únicamente este último Ayuntamiento “ha dado un paso al frente”, poniendo en marcha un aparcamiento conjuntamente con la Diputación. “Necesitamos la implicación de todos los agentes y es algo que ha día de hoy todavía no hemos conseguido; no se pueden poner lanzaderas si no hay parkings disuasorios”, alertó. Por este motivo, la Diputación ha decidido “mover ficha” y habilitar este nuevo parking, con el objetivo de evitar que los vehículos aparquen de forma irregular en los arcenes de la BI-3101.

Unzueta explicó que no se cumple ninguno de los requisitos que hacen necesario que el proyecto cuente con un estudio de impacto ambiental específico, como incrementos significativos de las emisiones a la atmósfera, de la generación de residuos, de los vertidos a cauces públicos o de la utilización de recursos naturales. Aunque las medidas correctoras incorporadas en el proyecto original son “suficientes”, se establecen algunas otras adicionales, como reducir la iluminación a focos colocados en el suelo y solo en los accesos, plantar arbolado que genere sombra, ocultar la visión del parking mediante vegetación o sustituir los perfiles metálicos por otros de madera.