Loiu - El Aeropuerto de Bilbao inició el proceso para construir casi 2.000 nuevas plazas de aparcamiento, con las que incrementar su oferta de parcelas en más de un 50% con respecto a los aparcamientos disponibles en la actualidad, unas 3.760 parcelas.

Una medida impulsada desde la dirección de La Paloma como consecuencia del incremento año a año de los viajeros que pasan por la terminal de Loiu, que en este ejercicio rozará los seis millones, y de los problemas de saturación que se generan en el estacionamiento principal, de momento, de forma puntual.

La directora del aeropuerto, Cristina Echevarría, recuerda que “hace seis años, dos de las cinco plantas del aparcamiento principal estaban cerradas por falta de usuarios. Sin embargo, ahora se han ido llenando y hay que adaptarse con la creación de más plazas. La situación de saturación no puede volver a ocurrir”.

En la actualidad, el aeropuerto ofrece cuatros espacios donde dejar los turismos, con diferentes tarifas y tiempos de estancia. El principal, el P1, ubicado frente a la terminal, es el más amplio con 2.924 parcelas que son usadas tanto por viajeros y acompañantes como por los propios empleados aeroportuarios. El P2 es el estacionamiento en el que los viajeros que se ausentan durante muchos días pueden dejar guardado su vehículo en algunas de sus 672 parcelas. Los otros dos aparcamientos son los exprés, para estacionar poco tiempo y a un precio más elevado ya que se ubican en la misma terminal, y suman 67 plazas en Salidas y 36 en Llegadas.

La solución a la carestía que padecen estos espacios es crear nuevos puntos de estacionamiento, sacar los coches de los empleados del aeropuerto que estacionan en el aparcamiento principal y ampliar la oferta del P2.

Dos licitaciones en marcha En noviembre salió a licitación la creación de los dos primeros aparcamientos nuevos. El más pequeño, con 160 plazas, será habilitado en el antiguo espacio en el que aparcaban los taxis y muchos particulares esperaban con sus vehículos la llegada de viajeros. Se denominará P4. Aena, el ente gestor de los aeropuertos, licitó las obras por 363.000 euros, a los que se sumarán 181.500 euros más por el coste de los equipos de control.

Cuando entre en servicio el próximo año contará con tarifas de bajo precio, más baratas que las que ahora cuestan el P1 y el P2. La razón es su lejanía de la terminal aérea y que los usuarios tendrán que recorrer casi medio kilómetro bordeando la carretera de acceso a la zona de Salidas de La Paloma. Un recorrido largo y penalizado, al no contar con cubierta para evitar las inclemencias del tiempo, lo contrario que ocurre con el recorrido hasta el aparcamiento de Larga Estancia que sí está a resguardo.

El segundo espacio que salió a concurso es el que utilizarán los empleados de las diferentes empresas que operan en La Paloma, los cuales tienen consideración de abonados. Estos conductores ahora ocupan una parte de la planta baja del P1, la cual será destinada en su integridad al público en general cuando concluya la habilitación del nuevo estacionamiento. Por un coste máximo de 725.000 euros se generarán 250 parcelas en una superficie ubicada entre el mencionado P4 y el nuevo bloque técnico, cuyas obras empezarán en febrero de 2020. Este edificio estará a la derecha de la terminal según se mira a las pistas, permitirá trasladar a los trabajadores del aeropuerto y liberar el espacio que hoy ocupan en la terminal aérea unas dependencias que serán destinadas a ampliar los servicios para los viajeros.

Un bloque técnico que también albergará un aparcamiento al aire libre, con una superficie de 5.800 metros cuadrados y capacidad para 200 plazas, con acceso directo a la zona administrativa. Además, otro aparcamiento sumará 38 plazas más en una superficie aproximada de 900 metros cuadrados.

En 2020, dos parkings más La dirección de Aena espera sacar a concurso a lo largo de 2020 los dos espacios con más capacidad para estacionar vehículos. Sus servicios técnicos trabajan en el proyecto constructivo del que se denominará P3, que será creado sobre la cubierta del aparcamiento principal y contará con accesos independientes a este último. La previsión es lograr unas 520 parcelas e instalar marquesinas que las cubran, en una superficie que ya ha probado su validez los dos últimos años. Este es el espacio que el aeropuerto habilita en jornadas críticas, la última el pasado abril, cuando se saturaron el resto de estacionamientos.

La última intervención tendrá lugar en el P2, el aparcamiento de Larga Estancia, situado a unos 300 metros andando de la terminal. El proyecto prevé incorporar una planta por encima de la actual superficie, que quedará preparada para construir una segunda altura cuando sea necesario. De esta manera, sobre las actuales 672 plazas, serán creados otros 800 nuevos estacionamientos.

La suma de todas las iniciativas permitirá al aeropuerto en 2022 contar con 1.948 plazas nuevas de aparcamiento con un desembolso estimado de unos 12 millones de euros. La directora del Aeropuerto de Bilbao asegura que “con estas intervenciones creo que jugamos con margen de cara al futuro, con una oferta de estacionamientos seguros y de calidad”.