Bilbao - El Obispado no está dispuesto a reconsiderar su postura respecto a la construcción del proyecto Bizkeliza Etxea en la finca que actualmente alberga la Escuela Universitaria de Magisterio en Bilbao debido a razones económico-financieras. De hecho, alega la venta de espacio a Mutualia para la edificación de un hospital como una condición indispensable para llevar a cabo su propia sede. En una reunión, la Diócesis de Bilbao, el Ayuntamiento de Bilbao y la plataforma vecina Abando Habitable debatieron ayer por primera vez en torno a esta iniciativa que tanta polémica ha suscitado en el barrio, debido a su cercanía con el Colegio Cervantes, desde donde solicitan más espacios públicos.

“No están dispuestos a reconsiderar su postura. Dicen que necesitan la venta a Mutualia para financiar su proyecto para la construcción de su propia sede”, explicó Patricia Molina, miembro de la AMPA del Colegio Cervantes y de la plataforma Abando Habitable, desde donde ayer se afanaron en detallar los prejuicios que consideran que el proyecto provocaría en la zona. “No les parece que vaya a tener el impacto que describimos. No se han movido de su postura”, indicó.

Tampoco sirvió la voluntad de mediación del Ayuntamiento, institución que se ofreció a estudiar otras alternativas siempre y cuando desde el Obispado -que pretende aglutinar los servicios pastorales, socio-caritativos, culturales y educativos que ahora se encuentran en doce espacios diferentes- estuvieran de acuerdo.

“El proyecto de edificación que quiere hacer el Obispado, con 7.500 metros cuadrados, cabe perfectamente en la parcela que hay enfrente del colegio y se podría llegar a una solución manteniendo los otros 6.000 metros, que es lo que le vende a Mutualia. Podía buscarse una ubicación mejor dentro de las propiedades que tiene el propio Obispado. Veíamos que era una solución satisfactoria para todas las partes”, reveló Molina al término de la reunión.

Sin embargo, desde el Obispado alegaron que estudiaron otras opciones en las parcelas que poseen y llegaron a la conclusión de que esta era la que más beneficiaba a su proyecto. “Ahora que ven los impactos, que claramente no habían valorado, les hemos pedido que reconsideren esas otras opciones que habían barajado. Han dicho que no”, detalló Molina. Ante esta situación, desde la plataforma vecinal anunciaron que continuarán con las movilizaciones para frenar la iniciativa. - A. Araluzea