Güeñes - ¿De dónde procede el líquido de esas botellas que tanto gustan a aitas y amas, al que llaman txakoli? Los niños de Güeñes ya saben que no precisamente de la barra del bar o de la estanterías de los centros comerciales, sino del campo. Por tercer año consecutivo, reprodujeron el proceso de la vendimia gracias al taller organizado por la bodega local Markoleta durante las fiestas de San Miguel, en el núcleo urbano de La Quadra. La elaboración del caldo continuará su curso y “si sale bien, en junio podremos probar el resultado durante las fiestas de San Pedro”, adelantó Iñaki Bustillo, fundador de la bodega, que está adscrita a la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina.

A los doce chavales participantes “les han encantado” todas las fases de la recogida de la cosecha, en las que se implicaron con entusiasmo de principio a fin. En primer lugar se dirigieron a las cepas reservadas para ellos que dieron origen a la actividad. Aunque, en realidad, la semilla se plantó con el maíz...

En su afán de recuperar la variedad de txakinarto, “que era la que se plantaba aquí hace 300 años”, Iñaki Bustillo contactó con el molinero de Gamiz-Fika Luis Azillona y le pidió que le ayudara a volver a sembrarlo en La Quadra. Cuando recogieron los frutos de su esfuerzo, decidieron reservar una parte a un taller de talo durante las fiestas de San Pedro. Desde la primera edición, se ha multiplicado la asistencia a una actividad que se ha convertido en una de las preferidas de la chavalería.

A raíz del éxito, “nos planteamos poner en marcha alguna otra propuesta en los festejos de San Miguel”. Rápidamente, Iñaki pensó en las cepas “antiguas” que mantenía inactivas. En la primera vendimia infantil se recolectaron “alrededor de ochenta kilos de uva” que se transformaron “en unos cincuenta litros de txakoli” gracias a las ganas de los niños.

En los años posteriores han perfeccionado la técnica. El sábado se distribuyeron las tareas entre los doce menores asistentes bajo la supervisión del propio Iñaki Bustillo “mientras les voy contando en qué consiste la vendimia”. “Al principio, algunos recelaban al ver los bichos de las hojas, pero no tardaron en entrar en la dinámica y pillar el truco para cortar la vid; lo hicieron muy bien”, les felicitó.

En Bizkaiko Txakolina A través del taller de talo y el de vendimia Iñaki y los vecinos de La Quadra al cargo de la programación festiva tratan de que las nuevas generaciones conozcan el modo de vida rural sobre el que hasta hace no tanto tiempo se sustentó Enkarterri. Y puede que opten por continuarlo, como el promotor de Markoleta eligió en 1983. Pocos años más tarde, embotellaba su primera cosecha e incorporaba más superficie hasta completar los 2.500 metros cuadrados actuales “en ambas márgenes del río Kadagua”. La bodega pertenece a la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina.

Pronto seguirá los pasos de los niños cuando complete la vendimia en todo el terreno con buenas perspectivas de cara a la próxima cosecha: “Dispondremos de más cantidad porque recogeremos las vides plantadas hace cuatro años”.