Arte para los oídos a pie de calle

LA capital vizcaina se convirtió ayer en un escenario al aire libre con siete pianos de cola para que tanto los bilbainos como los turistas que se encontraban ayer en Bilbao pudieran disfrutar de esta iniciativa Pianos en la Calle. “¿Quieres tocar?”, decían todos los pianos. Con esta atractiva sugerencia estaban marcados los siete instrumentos con el fin de atraer al máximo público posible.

Amelia Jane lo hizo. Está de vacaciones en la villa visitando a unas amigas y en cuanto vio el instrumento musical no dudó en dejar la chaqueta a sus dos amigas y se sentó en el banco del piano que estaba en las inmediaciones del Museo Guggenheim. “Es la primera vez que he tocado en público”, dijo emocionada esta joven quien se animó a tocar dos canciones. Sin embargo, ya conocía esta iniciativa de haberla visto en otras ciudades. “Lo vi en Sevilla y la verdad que me encantó. Me parece muy positivo que se hagan estas iniciativas porque no es lo mismo ver cómo alguien toca el piano en la calle que hacerlo en un concierto. Aquí estas con la gente más cerca y puedes disfrutar de la naturaleza”, dijo esta joven gaditana de 22 años.

Estas iniciativas tampoco entienden de edad. Los pequeños Itziar, Gianni y Nagore, recién salidos de la ikastola, se encontraron con el piano en plena calle Ercilla y no pararon de tocar las teclas del piano. “La gente que está alrededor del piano en las terrazas de los bares puede disfrutarlo también, es algo muy bonito”, dijo Nagore, la más mayor de los tres hermanos.

Viaje exclusivo para este evento Hay personas que aman tanto la música que no dudan en viajar para disfrutar de lo que más les gusta. Es el caso del francés Damian Theophile. “Vine hace tres días porque sabía que se iba a celebrar este evento”, dijo este piloto, quien espera “algún día” dedicarse profesionalmente a la música. Lleva 40 años tocando el piano y gracias a la iniciativa Pianos en la Calle conoció Málaga y el mes que viene espera viajar a Madrid. “Aprovecho estos eventos para conocer las ciudades del Estado que más me gustan”, comentó.

Los instrumentos estuvieron ayer situados en los espacios más emblemáticos de Bilbao y Getxo con el fin de promover la divulgación y la práctica universal de la música a través de la participación de la ciudadanía, organizada por la Fundación Jesús Terra y el Concurso María Canals. “Es maravilloso poder tocar porque son pianos de cola que difícilmente puedes ver en cualquier sitio”, comentó Alexander, quien se movió para tocar en tres puntos diferentes de Bilbao.