Las sinuosas carreteras de la Enkarterri más rural pueden llegar a marear, pero al mismo tiempo sus curvas hacen las delicias de los amantes del motor. Lo saben los conductores que han tomado parte en el rallysprint Karrantza-Lanestosa cuya undécima edición acaba de disputarse. El peso de los preparativos recae sobre Frenos al rojo, la asociación carranzana que ha reactivado la cita desde su fundación hace cuatro años.
El colectivo nació “con el objetivo de movilizar este sector en el conjunto de la comarca, bien a través de motocross, del rallysprint, o coches clásicos, porque apoyamos cualquier evento relacionado con esta actividad deportiva”, indica Leyre Barreras. Aunque ella ejerce “un poco de cara visible”, en actividades como la salida de la competición benéfica Uniraid en el centro San Viator de Sopuerta, no se olvida “de los poquitos socios que nos dejamos la piel en cada prueba para que todo salga bien”. “Formamos un auténtico equipo”, ratifica.
Asisten a la feria Retroclásica en BEC y concentraciones de coches clásicos, pero el mayor reto lo constituye el rallysprint entre Karran-tza y Lanestosa o viceversa, ya que el sentido de la marcha rota cada año. En esta última edición “han participado pilotos locales como Guillermo Gil, Martxel Coterón, Javi Otegui -aparece en el cartel anunciador en homenaje a él y su hermano- o Iker Urionabarrena”. Y las mujeres han pisado fuerte.
Satisfechos por el balance positivo y la implicación de los voluntarios, demandan más visibilidad para el mundo del motor. Sobre las conexiones de Enkarterri, “quienes nos gusta conducir preferimos estos accesos antes que una autovía o una vía rápida y, además, nuestras carreteras de interior muestran unos paisajes maravillosos”.