Galdakao - Ayer, en Galdakao, no valía tener miedo a la velocidad. Es más, por un día, no había normas en lo que a la rapidez se refiere y la regla principal era correr, volar sobre el asfalto. La prueba de goitiberas que se celebró en el marco de las fiestas patronales del municipio demostró que hay mucha gente a la que le gusta bajar a toda mecha por cuestas que asustan, concretamente la que une Elexalde con el Ayuntamiento.
Lo hicieron además en vehículos de todo tipo; desde goitiberas que parecían un coche de Fórmula 1, hasta en bicicletas tuneadas para la ocasión, patines y bólidos que más bien se asemejaban a un cohete dispuesto para viajar al espacio rompiendo la barrera del sonido.
Todo valía para descender como un rayo hacia el final de la carrera, pero eso si, con todo tipo de elementos para garantizar la seguridad, tanto la de las personas participantes, como la del público, que se agolpaba en las aceras disfrutando desde la barrera del espectáculo. Bastante tiempo antes del inicio, eran muchos los galdakoztarras que poco a poco, y realizando alguna que otra parada, iban ocupando las aceras de la subida a Elexalde.
En la prueba, lleno absoluto. Sobre las 16.15 horas tomaba la salida la primera goitibera. La primera bajada era de entrenamiento, aunque no lo parecía por la velocidad endiablada a la que bajaban casi todos los participantes. Una vez pasado ese primer contacto con el asfalto, dos tandas para cada participante- muchas personas iban en pareja- para lograr la mejor marca.
Niños y mayores En total, 47 inscripciones dentro de las distintas categorías, entre las que se encontraban txikis de tan solo 7 u 8 años, y también mayores de cincuenta, lo cual demuestra que se trata de una actividad de las que gustan, y mucho. Ejemplo de esa diferencia en el rango de edad de quienes participaron eran la pareja formada por Javier y Nahia Palencia, padre e hija. En la primera tanda, la de entrenamiento, ambos descendieron en una goitibera para dos personas, “para que vaya cogiéndole el gustillo a esto de la velocidad”, comentaba un orgulloso aita. Después, a la hora de competir, lo hizo él solo, ya que Nahia tiene tan solo 7 años. No obstante, la bajada resultó de los más emocionante y Nahia, aun con la emoción de haber participado aseguraba que “voy a participar siempre que pueda”. Esta pareja de galdakoztarras, aunque “un poco nerviosos”, lograron finalizar la prueba. El año que viene, tanto Nahia como Javier volverán “aun con más ganas y con más experiencia”.
Para competir en categoría neumática llegaron desde Mutriku Goretti Mendizabal y Arlene Etxaburu, de 26 y 17 años respectivamente. A la primera, lo de descender a toda velocidad montada en una goitibera le viene de familia, ya que su padre, presente ayer para dar ánimos lleva en este mundillo desde hace 30 años. Con los nervios a flor de piel, las dos jóvenes se acercaban a la línea de salida “con muchas ganas de hacerlo bien y sobre todo, divertirnos”. Era la primera vez que participaban en Galdakao, y antes de bajar la rampa en la primera tanda, aseguraban que “la idea es participar otros años y hacerlo también en otros municipios en los que se hagan este tipo de pruebas”.
Entre los galdakoztarras que se atrevieron ayer a participar en la prueba, se encontraban también Erlantz González y Jon Ander López. Los dos jóvenes, de 23 años, llevan participando “desde hace cuatro años”. Según comentaba González, “solo participamos en Galdakao, ya que no somos unos expertos”. Ambos estaban “nerviosos” e incluso pronunciaron la palabra “miedo”, en referencia a que “no sé si aguantará del todo bien la goitibera”, explicaba López. Aun así, lo dieron todo en la bajada y la velocidad a la que descendieron distaba mucho de ese miedo y esos nervios que antes de la salida comentaban tener metido en el cuerpo.
Imágenes curiosas Entre el público, un gesto se convirtió en el denominador común, concretamente, tener la boca abierta. Y no era para menos, porque la velocidad a la que descendían desde Elexalde era como para “alucinar”. Debido a esto y a que muchos de los participantes querían ganar la prueba, hubo algún que otro susto durante el trayecto. Alguna de las goitiberas acabó chocando contra los fardos de paja dispuesto para ganar en seguridad.
La tarde estuvo llena de imágenes curiosas, desde los elementos de seguridad que utilizaban los participantes, blindados-la mayoría- de arriba a abajo, hasta ver a un hombre descendiendo en patines, del que más de uno entre el público, dijo que “hay que estar loco para hacerlo” o “este es un valiente”. Por otra parte, algunas de las participantes que más aplausos recibieron fueron las txikis, que descendieron como el resto demostrando que la cantera en esto de las goitiberas está asegurada.
Según explicaban desde Maldan Behera, los premios se iban a repartir por categorías. Entre estas estaba el premio a participantes de Galdakao, que competían en K1 y K2, es decir, goitiberas de rodamientos para una o dos personas. El resto de participantes lucharon por el mejor tiempo en las categorías de ligeras, drift trike, rodamientos y sputnik. Aunque ayer lo realmente importante era pasar un buen rato y divertirse, y el calor del público, que estuvo constantemente animando, era ya suficiente premio.
La prueba celebrada ayer en Galdakao sacó músculo y demostró que tiene cuerda para mucho tiempo. Organizada por el Área de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Galdakao con la colaboración de Maldan Behera Inertzia Kirolen Elkartea, contó además con la inestimable ayuda de unas cincuenta personas voluntarias entre particulares y distintas entidades locales.