DURANGO. Se trata de una parcela de cerca de 60.000 metros cuadrados que durante décadas han ocupado las infraestructuras ferroviarias en el centro de la villa. Un plan que combina amplias zonas verdes con viviendas y equipamientos para la ciudadanía. Se han registrado en el Ayuntamiento 3.033 firmas que defienden la convocatoria de una consulta popular para tratar de imposibilitar la construcción de los edificios previstos en el Plan inicial aprobado en 2006.

¿Cómo va a gestionar el Ayuntamiento esta cuestión?

-Las consultas populares están reguladas en la Ley Vasca de Entidades Locales y, lógicamente, somos absolutamente respetuosos con ellas, como no puede ser de otra manera. La solicitud debe seguir el trámite legal establecido en la propia Ley y, por lo tanto, en lo que concierne al Ayuntamiento, estamos en la fase de comprobación de todas y cada una de las firmas por parte de nuestros servicios técnicos, con total respeto a la legalidad vigente y, de manera especial, con sumo cuidado en lo que se refiere al tratamiento de datos de carácter personal. El proceso tiene un cauce legal que, con todo el respeto, vamos a seguir.

Algunos les acusan de haber sido poco transparentes en la firma del decreto, ¿qué les diría?

-Todas las opiniones son respetables. Pero debo decir que, en este asunto también, se ha seguido al milímetro el proceso legal oportuno, que nos establecía una aprobación inicial mediante decreto. Antes de dicha aprobación inicial se ha analizado el proyecto por parte de los técnicos, se ha dado cuenta a la Comisión de Urbanismo y todos los miembros de la corporación han tenido y tienen acceso a toda la información. Además, una vez aprobado el decreto, se ha ampliado el plazo legal de exposición al público (que era de 20 días hábiles) hasta el 28 de septiembre, con el fin de que toda la ciudadanía pueda conocer el proyecto y realizar las alegaciones y las aportaciones que estimen convenientes. La voluntad de este Ayuntamiento, que además hemos manifestado de forma pública, ha sido la de dar a conocer todos los extremos de este proyecto a toda la ciudadanía, por lo que hemos ampliado el plazo para que quien quiera, pueda hacerlo. Nosotros no solo tenemos opinión, sino que además demostramos nuestra voluntad con los hechos.

Este plan se aprobó en 2006, desde entonces ha cambiado mucho la realidad social del municipio, ¿cómo se van a reflejar esos cambios sociales en el proyecto?

-Además de las aportaciones de la ciudadanía en el periodo de exposición pública, en el mes de septiembre desde el Ayuntamiento pondremos en marcha un proceso participativo dirigido a jóvenes de entre 10 y 16 años a través de los centros escolares. Nuestro objetivo es escuchar lo que las y los jóvenes nos quieren decir respecto al diseño de las zonas deportivas del espacio liberado por el soterramiento del tren que abarca 60.000 metros cuadrados. Nos gustaría retomar lo que en su día fue el proyecto “Durango G3. Gazteak, Guretzat, Gurekin!” en el que jóvenes de los centros escolares de nuestro Municipio nos propusieron una serie de actuaciones en el antiguo canal ferroviario. Las propuestas fueron muy enriquecedoras y tenemos intención de incorporarlas al proyecto que hagamos para esa zona. De la misma manera, queremos que nos digan lo que estimen oportuno sobre las zonas deportivas de este proyecto, de forma que se pueda tratar de incorporar aquello que sea más adecuado a sus gustos e intereses.

¿Alguna otra reflexión?

-Este proyecto es una oportunidad de futuro para nuestro municipio, tanto en lo que respecta a sus zonas de ocio deportivo o infantil, a sus inmensas zonas verdes con más de 700 árboles en pleno centro de Durango, como en lo que concierne a sus 111 VPO y sus edificios singulares. Por otra parte, la mejora en la movilidad es evidente: la rotonda proyectada en Sasikoa dará servicio también al carril único de Herriko Gudarien Kalea, y facilitará la conversión en peatonal del tramo de Trenbide Kalea que desemboca en Ermodo Kalea. Todo ello continúa en la línea de fomentar el tránsito peatonal y ciclable, y de hacer la vida más amable y cómoda a las y los durangarras abriendo espacios verdes de esparcimiento, zonas peatonales y tráfico rodado moderado.