LA medicina es una ciencia de la incertidumbre y un arte de la probabilidad, dijo el célebre médico de Quebec (Canadá) William Osler, consejo que debiera espolvorearse sobre las seiscientas personas que ayer salieron del Palacio Euskalduna, donde se celebró el medio siglo de la Facultad de Medicina y Enfermería en la UPV/EHU, si se juzga que los primeros cinco años hay que contabilizarlos en las aulas de la Universidad Autónoma de Bilbao, creada por el Decreto-ley 5/1968 del 6 de junio sobre medidas urgentes de reestructuración universitaria que hizo que se abriesen las primeras puertas de las aulas de medicina.
Medio siglo después de aquellas enseñanzas, el Palacio Euskalduna acogió la ceremonia de graduación del curso 2017-18, en el que 572 estudiantes de la UPV/EHU recibieron sus diplomas en Medicina, Enfermería, Odontología y Fisioterapia, todo un póquer bien ligado de las ciencias de la salud. En el acto, conducido por María Isabel López Abadía y José Ignacio Ruiz, participaron Joseba Pineda, decano de la Facultad de Medicina y Enfermería; Patxi Juaristi, vicerrector del Campus de Bizkaia; Iñaki Berraondo, viceconsejero de Salud del Gobierno Vasco; y el psiquiatra Miguel Gutiérrez, padrino de la promoción. Entre los invitados al evento se encontraban Agustín Martínez Ibargüen, Simón Peña; el consejero delegado director de IMQ, Miguel Ángel Lujua, Nicolás Guerra, María José García Etxaniz, presidenta del Colegio de Enfermería de Bizkaia, Agurtzane Ortiz, el catedrático Jaime Gil, Joseba Landa, Pedro Iriondo, Pedro Bilbao y Ana María García entre otras autoridades académicas. La inmensa mayoría de ellos y ellas ya conocían los sudores vividos para dar los primeros pasos de la carrera profesional.
En un acto anunciado para lanzar a la galaxia de las ciencias de la salud hubo, además, un homenaje al personal que ya aterriza. En esa rama de la ceremonia participaron personal de administración y profesores jubilados, María Rosario Dañobeitia, Inmaculada Abalía, Julen Abasolo, José Luis Bueno, Mari Luz Cañavate, Paco Doñate, María Concepción Reblet, Adelaida Umaran y el propio Miguel Gutiérrez, todos ellos que ya cuelgan la toalla. La extendieron por primera vez que los recién doctorados con sus intensos y nerviosos discursos. En ellos participaron Lara Montilla, Malen Iruin, Amaia Miguel, Mikel Urretabizkaia, Dixon Madrid, Leire Cea, Bora Pedruzo y Ane Negueruela, todos ellos tan entusiasmados como hechos un flan. En la nómina de los elegidos por sus condiciones, resplandecieron entre los mejores expedientes del curso Jaime L. Gil López Areal, de Odontología; Itxaso Odriozola, en la especialidad de Fisioterapia; Isabel Gainza, number one en Medicina e Igone Viñe, destacada en Enfermería.
Todo era un revuelo de inquietudes y sonrisas nerviosas. En él participaron Asier Allende, Javier Aldekoa, Lander Álvarez, Idoia Angulo, Laura Arnaiz, Uxue Ortueta, Nuria Pérez, Ángela Quitanilla y Yolanda Rodríguez. Abajo, Mirian Saenz, Idoia Elordui, Jeimmy Erazo, Omar Fussi, Rune Sánchez, Jon Colina, Markel Rimón, Alicia Cámara, Sonia Cubillas, Iñigo de Serra, Raquel Crespo, Iciar de la Fuente, Nuria Cortada, Itziar Ariño, Carlota García Andoa in, Mikel Urretabizkaia, Nerea Nájera, Nagore Urkiza, Susana Sanz, Ane May Sagawa, Oihane López, Jasone Monasterio, Leire Pasadas, Alberto Olivera, Elisa Rodríguez, Álvaro Santaella, Carlos Azpiazu, Íñigo Quevedo, Aitor Roldán, Mikel Markuartu, Sergio González, Ana Camila González, Mirian Markuleta, Garazi Martín, Imanol González, Jon Pereda, Leire Pareisa, Irati Payuelo, Alejandra Quintero y Nerea Pujana y así toda una selección de la juventud preparada y capacitada para manejarse entre las ciencias de la salud con mano de santo tras su intensa formación.