Iker Ugarte
Basauri - Nada más y nada menos que 16.000 insignias. Se dice pronto, aunque cueste llegar a esas cifras, con tantos pins y con los años que ha necesitado para poder hacerse con ellos, concretamente, cuarenta años de coleccionismo. El basauritarra Francisco Fernández Santos es un forofo del fútbol y lo es más aun del coleccionismo. La particularidad de su gran colección, además de las cifras que maneja, es que todas sus insignias son de diferentes clubes de fútbol. Desde los más conocidos y con más galones, hasta los equipos o clubes de los lugares más recónditos y desconocidos del Estado. Pero a todo ello hay que añadirle una dificultad más, sobre todo teniendo en cuenta que ha llegado a hacerse con 16.000 de estos “pequeños tesoros”.
Y es que “todos los que tengo tienen que ser de clubes federados de España”. Después de 40 años metido en este “mundillo apasionante”, cuenta, Fernández recuerda que comenzó casi por casualidad. Fue debido a la afición de uno de sus amigos por lo que empezó a coleccionar, ya que “un compañero de trabajo era aficionado al coleccionismo y fue él quien tuvo mucho que ver en que yo me animara a seguir sus pasos”. Y vaya si los ha seguido, más de media vida haciéndose con esos pequeños símbolos, escudos. Todos ellos “son diferentes, no tengo ninguno repetido”, algo que añade más valor a su colección. Son todos distintos, pero claro que “tengo más de uno de algunos equipos”.
Ahora mismo no ha valorado su colección económicamente, pero Fernández calcula que “debe valer bastante dinero”. Muchos de los pins que tienen el basauritarra “no los tendrá mucha gente, seguro”. En su variado surtido, uno puede encontrar de todo. Uno de los más curiosos afirma que es el del C. D. Ugao, que ha mantenido el formato de su escudo, “a pesar de haber cambiado sus siglas, ya que antes era el C. D. Miravalles”. Precisamente fue la insignia del “desaparecido Miravalles” la que más le ha costado conseguir. Fernández asegura que “me costó conseguirla muchísimo, a pesar de que antes de empezar a coleccionar, fui yo, precisamente, el que le regaló el pin del C D. Miravalles a mi amigo”.
Además de los clubes y equipos más cercanos, el de Basauri atesora insignias de muchas zonas y “con nombres muy peculiares”, como el A. D. Burreño, de Conil, el C. D Resaca de Ribadesella o el C. F. Sin Frenos, de la Puebla de Caramiñal, en A Coruña. Otras de sus joyas son las de algunos clubes ya desaparecidos, como por ejemplo el Vizcaya Club, el Ciclista San Sebastián o el Atlético Aviación, “por nombrar algunos con mucha historia”.
Este “loco” de los pins, recuerda que los primeros con los que se hizo fueron unos que compró en una tienda de antigüedades en las Siete Calles bilbainas, en una tienda que “creo que se llamaba Perro Chico”. Pagó por cada uno de ellos 50 pesetas y ahí comenzó a sentir que coleccionar iba a convertirse en una de sus pasiones. Para llegar a 16.000, hay que andar mucho y rebuscar donde haga falta.
Muchas las ha comprado y no menos, han sido cortesía de los clubes, con los que contacta para solicitarles la insignia. Sobre esta pasión, comenta que es su hobby y que “lo será siempre”, porque aunque “algunas personas me preguntan para qué lo hago, a mi me hace feliz y no he perdido la afición al coleccionismo en estos cuarenta años”. Por si fuera poco, Fernández hace dibujos y cuenta con un catálogo de miles de escudos, algo con lo que “disfrutó mucho, además de ayudar a otros a identificar nombres y localidades de insignias que desconocen”, cuenta.