Orduña - En uno de los más aislados recovecos del Monte Santiago se encuentra el salto del Nervión, la cascada más grande de la Península Ibérica. Situada en el límite de las provincias de Araba y de Burgos, una de sus principales vías de acceso es desde Orduña. De ahí que la ciudad mantenga un estrecho vínculo con este paraje. Tanto es así que Txema Robles, uno de sus vecinos, ha realizado una reproducción a escala del salto del Nervión, un espacio natural que no duda en definir como “algo grandioso y digno de enseñar y de mostrar” y al que dedica parte de su canal de Youtube mrtxema72.

Se declara un apasionado del salto del Nervión. ¿Qué lo hace tan especial?

-Empecé a visitarlo desde muy pequeño y siempre me ha impresionado el volumen, amplitud y grandiosidad de ese espacio. Todo los años acabo subiendo 5 o 6 veces. Me siento atraído por su imagen y belleza y me gusta ir con gente que no lo conoce porque, aunque no pertenece a Orduña, es de lo más espectacular y bonito que hay en esta zona.

Pues hagamos el recorrido desde Orduña. ¿Cómo se llega?

-Primero hay que subir el puerto. Desde la cima, hay que seguir la carretera y, aproximadamente a un kilómetro, tomar un acceso a mano izquierda que está bien señalizado. Allí está el primer aparcamiento de vehículos pero, si no hay saturación, los coches se pueden adentrar por una pista hasta otros espacios habilitados para el estacionamiento. Desde el último de ellos, la ruta a pie hasta el Salto del Nervión es de unos dos kilómetros de distancia. Es muy amena, no tiene ninguna dificultad y se hace tranquilamente en unos treinta minutos.

El objetivo es llegar al Mirador del salto del Nervión, que muchos confunden con el nacimiento del río. Pero no es lo mismo, ¿verdad?

-No. Son dos cosas diferentes ya que el Nervión nace unos kilómetros antes. El río tiene como origen la confluencia de los arroyos Iturrigutxi, Ajiturri y Urita que nacen entre las sierras de Gillarte y Gibijo.

Y cuando Txema Robles se asoma a la plataforma suspendida sobre el barranco, ¿qué ve?, ¿qué siente?

-La espectacularidad del abismo.

Un impresionante precipicio de... ¿cuántos metros?

-Desde el mirador hasta el suelo hay 300 metros de altitud y el salto del Nervión tiene unos 222 metros de caída vertical, aunque está dividido en dos tramos. El primero de ellos es de unos 160 metros y culmina en una cornisa donde choca el agua. Y de ahí hasta abajo hay otros sesenta metros.

Lo ideal es contemplar el fenómeno natural de la cascada con agua, pero no es fácil.

-Solo es visible, con más o menos volumen de agua, unos cuarenta días al año. Los mejores meses para acudir son febrero y marzo porque se junta la época de deshielo con la de mayor precipitación de lluvia.

Pero el río Nervión tiene caudal todo el año. ¿A qué se debe que la cascada se encuentre seca la mayor parte de los meses?

-Es un terreno de caliza, muy calcáreo y que actúa como una esponja. Está lleno de grietas y cavidades por donde se filtra el agua. Cuando esas cavidades se llenan a causa del deshielo o de la lluvia, el agua rebosa, sale a la superficie, llega al borde del salto y de desploma por el barranco.

Es un fenómeno cada vez más conocido y visitado y está previsto renovar el mirador por un nuevo balcón de cristal sostenido sobre el vacío sobre unas costillas de acero. ¿Qué le parece el proyecto?

-Dicen que va a estar integrado con el entorno pero a mí me parece más invasivo. Lo que más me preocupa es que pueda afectar negativamente al tránsito de las aves. Que no lo distingan y choquen contra el cristal. Pero reconozco que va a ser espectacular y va a beneficiar económicamente a toda la zona porque se va a multiplicar la afluencia de público.

¿Y qué recomienda a quien se acerque a conocer esta zona?

-Que disfrute de todo lo que ofrece. Lo mejor es ir en silencio para escuchar cómo suena el viento entre las hayas, cómo rebotan tus pasos en los troncos. Que se detenga a observar el paisaje, el vuelo de aves como buitres, halcones o cernícalos. Recomiendo hacer la ruta circular de los miradores y también pararse a ver el monumento a las loberas o la Casa del Parque.

Vecino de Orduña, ‘youtuber’ y apasionado del salto del nervión