POR fin, después de tres procesiones suspendidas por culpa de la lluvia, la Semana Santa bilbaina arrancó con una de las celebraciones más queridas por el público y los cofrades: el desfile por las Cortes y San Francisco de El Nazareno y María Magdalena. Además, este año la procesión tenía otro gran aliciente. Les iban a cantar saetas en euskera, como así fue. Por primera vez en la historia de la semana de La Pasión en la capital vizcaina, un cantaor de flamenco, el bilbaino Juanjo Navas, le lanzó a las dos imágenes sendas coplas en euskera escritas por Beñat Arginzoniz. La experiencia, impulsada por BilbaoHistoriko fue un éxito, lo que les anima a pensar que esta iniciativa ha venido para quedarse. La pena es que el tiempo meteorológico no dio del todo la tregua prevista. Cuando El Nazareno se disponía a incorporarse a la procesión, la lluvia obligó a poner un chubasquero a su figura. A pesar de ello continuó.
La cita era a las 20.30 horas frente a la Quinta Parroquia. De su interior salió a esa hora la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, una talla de Federico Coullaut-Valera realizada en 1948 que copia fielmente al Cristo de Medinaceli. Minutos más tarde apareció la imagen de Santa María Magdalena, escoltada por los cofrades, que hizo los honores a El Nazareno. A partir de ese momento, la procesión inició su recorrido por la calle Hurtado de Amézaga, rumbo a las Cortes por el puente de Cantalojas. Comenzaba así el desfile de los más de 400 cofrades de las distintas órdenes bilbainas que no podían faltar a la cita. “Ya era hora”, decía un cofrade, “porque hasta ahora no hemos podido salir por el tiempo”. Se les notaba con ganas. Tambores y trompetas retumbaban por las estrechas calles de Bilbao La Vieja. Y allí, en el mítico club El Edén esperaban los saeteros el paso de las imágenes. Primero fue el más veterano, Vicente Salinas, luego le llegó el turno a Igna de Gomar Pérez y por último le pasaron el testigo a Juanjo Navas. El público aplaudió mucho todas las intervenciones en una calle, las Cortes, en la que no cabía un alma. El Lunes Santo es una fecha marcada en el calendario para acercarse por morbo, en mucho casos, y por religiosidad, en otros, a este barrio marcado con el estigma de la prostitución.
Antiguamente era más espontánea la interpretación de las saetas por parte de las mujeres que trabajaban en los clubes de alterne. Se lanzaban las coplas desde los balcones al paso de El Nazareno y la Magdalena. Pero los tiempos han cambiado. Ahora las saetas se escriben previamente y todo el mundo las escucha gracias a los micrófonos. Lo más destacable es que el euskera se ha hecho un hueco en El Nazareno.
Ruta del Pintxo Y como todo no va a ser devoción y celebraciones religiosas, BilbaoHistoriko y la Asociación de Comerciantes de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala han diseñado por segundo año consecutivo lo que ellos denominan la Ruta del Pintxo Nazareno. Se trata de una iniciativa cuyo objetivo es que el público “pueda crear su propia procesión alternativa conociendo y disfrutando del comercio y la hostelería de la zona”. Durante toda la Semana Santa, pero especialmente en el día de ayer, los bares del barrio, este años se han sumado quince establecimientos, ofertan un pintxo de diseño libre por solo 1 euro.