BILBAO. El centro, que retomó a finales de febrero sus funciones de ofrecer la primera acogida a los menores extranjeros no acompañados que llegan a Bizkaia, fue escenario a lo largo de 2017 de distintos incidentes de convivencia que culminaron el 14 de diciembre con el incendio provocado del tejado y su última planta, que obligó a su desalojo y cierre para proceder a su reforma.

Las importantes obras de reforma y mejora introducidas por la Diputación vizcaina, titular del centro, han sido inspeccionadas hoy por el Ararteko, Manuel Lezertua, quien había mostrado su interés por visitarlo cuando reabriese para comprobar cómo estaba la situación en el mismo, según ha informado el propio Lezertua a Efe.

En la visita hoy, en compañía de la diputada foral de Acción Social de la Diputación de Bizkaia, Isabel Sánchez Robles, Lezertua ha comprobado que ha desaparecido la situación de masificación de residentes que vivió el centro en 2017 y que ha mejorado tanto el ambiente entre los menores residentes como entre la plantilla de educadores encargados de atenderles en sus necesidades formativas y recreativas.

El Ararteko ha recordado que uno de los problemas que tuvo este centro el año pasado fue que el número de acogidos se había multiplicado por tres en relación al número para el que había sido diseñado, en torno al medio centenar de residentes.

También ha observado que ninguno de los menores que en 2017 presentaron un comportamiento más conflictivo están ya en el centro y ha sido informado de que han sido separados y redistribuidos por otros centros del territorio.

Ha sido informado, así mismo, de que el menor que provocó el incendio en diciembre, y que fue detenido por la Ertzaintza por estos hechos, se encuentra internado en la actualidad en el Centro de Reforma de Menores de Zumarraga.

El Ararteko ha agregado que, aunque en Amorebieta han quedado algunos menores con comportamientos "difíciles", su reducido número hace que "se les pueda ayudar" a superar sus problemas sociales y de integración.

Lezertua ha señalado que han constatado "con gran satisfacción" que actualmente se ha reducido el número de personas que residen en él, ya que ahora el centro acoge a unos 66 chavales extranjeros, lo cual permite a los educadores "dedicarles el tiempo suficiente para que las actividades deportivas y recreativas sean satisfactorias".

Todo ello ha conllevado que Manuel Lezertua haya encontrado en su visita de hoy un centro "bien organizado, bien equipado, con unos educadores mucho más tranquilos y deseando ejercer sus funciones en buenas condiciones y ayudar a los chicos a salir adelante".

Por todo ello, la impresión que ha sacado de su visita al centro es "francamente positiva" con respecto a lo que vio en las cuatro visitas que giró al centro el año pasado, y ha adelantado que así lo plasmará en el informe que sobre el estado y situación de este centro elaborará y que espera tener terminado dentro de un mes para publicarlo junto con los de los centros de este tipo existentes en Gipuzkoa y Álava.