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Concha Lozano, ‘la abuela del Mesón’ de Matiena

Tras casi cuarenta años en el bar de Matiena, la popular vecina ha recibido un premio a su labor Barrizten Elkartea ha querido reconocer su trayectoria y dedicación en el mítico establecimiento

Concha Lozano, ‘la abuela del Mesón’ de MatienaK.Doyle

Abadiño - A sus 83 años cumplidos el pasado día 3, la labor de Concha Lozano ha sido reconocida en el barrio abadiñarra de Matiena. Y es que han pasado casi cuatro décadas desde que la conocida popularmente como la abuela del Mesón abriera el céntrico establecimiento. Ha sido la asociación local Barrizten Elkartea, encargada de impulsar actividades relacionadas con la cultura vasca, la que ha decidido otorgar su reconocimiento anual a la popular vecina. “Estoy muy agradecida por este premio pero a mí nunca me ha gustado ser protagonista. Como dicen en mi pueblo: la mano izquierda no debe saber lo que da la derecha; si haces algo bien lo haces y punto”, reconoce con humildad la galardonada.

Luchadora incombustible, Concha tuvo que dejar su Orense natal para buscar trabajo y lo hizo con su marido y sus dos hijos, Tito y Pili, marchándose a París. Allí durante 17 años trabajó de sirvienta en una casa donde crió al mismo tiempo a sus retoños y los dos niños de los Cherdakov, familia para la que trabajaba. “Entonces se emigraba mucho, teníamos gente conocida y nos fuimos a buscar la vida a París”, apunta orgullosa esta mujer, añadiendo entre risas que “claro que sé francés aunque con faltas de ortografía”.

Tras la experiencia parisina y con dinero ahorrado, Concha y su marido decidieron trasladarse a Matiena con el propósito de abrir el Mesón. Con unos inicios marcados por la gran acogida en el barrio, cariño que sienten día a día casi cuatro décadas después, el establecimiento abrió sus puertas cargado de ilusión. “El día a día en el bar se lleva bien; esto no es una fundición y yo estoy acostumbrada a trabajar toda la vida”, puntualiza Concha que sigue ayudando en el negocio a su hija Pili, que es la encargada de regentarlo ahora.

En la actualidad, el despertador de Concha suena a las cuatro de la mañana para bajar al bar y preparar las ricas y variadas tortillas. El dormir justo en el piso de arriba del edificio donde se ubica el establecimiento hostelero le permite sentirse siempre como en casa. “Todavía trabajo porque quiero. En invierno hay días que me meto a la cama a las seis de la tarde para madrugar y bajar a preparar las tortillas”, asegura reconociendo que “siempre echo una siesta por la tarde”.

La buena mano de Concha en la cocina siempre ha despertado el interés de muchas personas en el barrio. En este sentido, a la hora de hablar de su clientela lo tiene claro. “Les considero a todos familia porque el trato es maravilloso. La gente es muy agradable, educada y aquí nunca hubo follones”, comenta agradecida.

Su buen corazón y cercanía con la ciudadanía también han sido decisivos a la hora de otorgarle el Barrizten Saria. Y es que es habitual ver a Concha colaborando con campañas de recogida de alimentos, ofreciendo pintxos a personas necesitadas o preparando un bocadillo a gente que vive en la calle. “Concha, la abuela del Mesón, es todo corazón y una gran persona”, reconoce una clienta habitual con cariño.

Viuda desde hace más de dos décadas, Concha considera el barrio de Matiena como “un muy buen sitio para vivir”. Esto no quita para que, la mayor de cinco hermanos, aproveche las vacaciones para visitar a su familia en Orense. “Siempre he sido muy feliz en Matiena pero de vez en cuando me guste volver a casa a estar con mis hermanos”, afirma con rotundidad.

El barrio de Matiena ha querido poner en valor la trayectoria de una vecina muy querida y respetada en la localidad abadiñarra. Agradecida por el galardón insiste en que “a mí no me gustan estos saraos y alardes pero ha estado muy bien”.