Es bueno saber de dónde venimos para tener claro hacia dónde vamos y, de vez en cuando, viene bien mirar por el retrovisor para recordar el camino que ya se ha recorrido. El concesionario Mercedes Benz Aguinaga ha creado un gigantesco retrovisor de 2.000 metros cuadrados en forma de exposición de coches clásicos que sirven, por sí mismos, para narrar los 92 años de historia de la marca germana. Lo que antes era un taller en el que se reparaban coches, ahora acogerá auténticas joyas de Mercedes Benz en una muestra que, en su apertura oficial el próximo día 17, contará con una treintena de vehículos. De esta manera, Aguinaga Barakaldo se convierte en el único concesionario del Estado en contar con un museo monomarca de automóviles. “Con este proyecto que impulsamos buscamos complementar nuestra oferta de servicios como concesionario”, explica Javier Uriarte, responsable de este proyecto que, en la jornada de mañana, se mostrará al entorno de este negocio.

La historia de Mercedes Benz comenzó en 1886, cuando Carl Benz creó y patentó el triciclo, un modelo del que habrá hasta junio una réplica en esta exposición que tendrá coches que estarán de manera permanente mientras que, otros, serán itinerantes. En estos 2.000 metros cuadrados de superficie se puede ver y disfrutar el sideral salto tecnológico que se ha dado desde aquel triciclo que fue la base de todo lo que fue, es y será Mercedes Benz. “El crecimiento de este proyecto ha sido rápido porque hace un año teníamos cinco coches y, ahora, contamos con 30. Juan Aguinaga ha buscado y elegido cada uno de los modelos que están presentes en la muestra”, indica Uriarte. Todo ello ha llevado mucho trabajo de investigación, de búsqueda de modelos que, sin duda, ha dado sus frutos. Así, una de las joyas de la corona es el Pullman Limousine, un automóvil que data de 1926. “Es un vehículo espectacular”, señala Uriarte que ejerce de cicerone entre la treintena de modelos de Mercedes Benz que dan vida a la muestra.

Cuidada puesta a punto Pero la labor del concesionario barakaldarra no se ha limitado a buscar y adquirir los automóviles de la exposición, sino que más de uno ha requerido un incalculable trabajo de restauración y puesta a punto. Uno de ellos aguarda en la pequeña zona de taller a ser restaurado. Motor, piloto, chasis, pintura... Son muchas las labores a ejecutar para que, en el plazo de un mes, brille con luz propia entre coches como el 300 Sedan descapotable del que se fabricaron entre 1951 y 1957 tan solo 440 unidades. Una de ellas está en el concesionario de Barakaldo. Sin duda, el 300 ha sido uno de los modelos que ha marcado la historia de la marca alemana a lo largo de su historia y así se recoge en el nuevo museo con, además del modelo anteriormente citado, la versión convertible del mismo que se fabricó entre 1942 y 1951 y el 300 SL Gullwing. Este automóvil, fabricado entre 1954 y 1963, se hizo conocido por la, hasta la fecha, novedosa forma de apertura de sus puertas: se abrían hacia arriba pareciendo las alas de gaviota. Esa no fue su única innovación, puesto que también fue el primer automóvil que incluyó el sistema de inyección directa de combustible.

Fueron mejoras, pasos adelante continuos que fueron marcando la historia de la marca y que así se recogen en este museo que, en principio, estará abierto al público los sábados y cuyo acceso será gratuito. Pero la historia de esta marca que nació en 1926 fruto de la fusión de Daimler y Benz, no solo está jalonada por coches como el 250 Coupe SE, el 190 SL Roadster y el 280 SL Pagoda, entre otros. A lo largo de su dilatada y exitosa trayectoria, tal y como se recoge en esta muestra también han creado camiones y camionetas. Así, en una de las alas de la muestra destacan la figura de dos modelos que, evidentemente, son más grandes que el resto. Así, el camión LP 710 B que se fabricó entre 1961 y 1970 atraerá, a buen seguro, buena parte de las miradas de quienes acudan a este museo. Ya ayer, en la presentación del nuevo espacio realizado a la prensa, este y otros modelos se convertían en el objetivo de las cámaras de televisión, de fotos y, cómo no, de los teléfonos móviles. Por su parte, las camionetas están representadas por el modelo L312.

En el futuro próximo de este museo, también adquirirán protagonismo los autobuses y, de hecho, uno de ellos ya está en la zona de talleres anexa a la exposición. A muchos de ellos, al verlo, les retrotraerá a su niñez; su figura azul impone y hace viajar a otra época. Sus carteles le delatan, dice el lugar en el que prestó servicio, recorrió miles y miles de kilómetros tratando de vertebrar las comunicaciones de una ciudad. Uno de los lugares que marca el cartel es Indautxu, así que ese modelo que, próximamente podría formar parte de este museo, ha recorrido muchísimos kilómetros y realizado no muchas menos paradas para subir y bajar pasajeros en el corazón de Bilbao. Unos metros más allá, también en el taller, llama la atención un camión que, en su día, repartió la mítica cerveza Oro que se fabricaba en Basurto. Es otra de las joyas que pueden incorporarse a la muestra junto, por ejemplo, a un food truck.

espacio de eventos Pero esta superficie de 2.000 metros cuadrados no solo servirá para contar la historia de la marca germana. Su estructura y fisonomía está pensada para ser también un lugar en el que acoger diversos eventos. Reuniones, encuentros y diversos actos sociales pueden desarrollarse en estas instalaciones en un entorno que es historia viva del universo del automóvil. “Queremos que este lugar sea un espacio en el que se puedan organizar y acoger eventos. Además, será un espacio en el que podremos interactuar con nuestros clientes”, apuntó Uriarte.

En este aspecto, desde el concesionario fabril de Mercedes Benz Aguinaga ya cuentan con las primeras actividades a desarrollarse en este espacio que, sin duda, dará una nueva dimensión al negocio. Así, ya está confirmado que, próximamente, estas instalaciones acogerán un encuentro entre propietarios de autobuses y carroceros, y que también será el lugar en el que se reúnan los directores comerciales y posventa de la red de concesionarios Mercedes Benz en la zona norte de la península. Antes y después de estas reuniones, los asistentes, al igual que quienes se acerquen a este museo cada sábado, podrán gozar de una colección que sirve para narrar 130 años de historia del automóvil y de Mercedes Benz.