Trapagaran - El trapagarandarra Aitor Goitia Cuesta no duda en reconocer que su salto a la fama a través del concurso web organizado por el centro comercial Río Shopping de Valladolid, que le ha procurado la posibilidad como ganador de grabar su primer EP, fue en parte fruto del “aburrimiento”. Una sensación con la que afrontaba las horas tras su vuelta a casa después de un año sabático que le tuvo ocho meses buscándose la vida y aprendiendo inglés en Australia y cuatro meses viajando por Filipinas y Bali. “Yo llevaba tres años trabajando en una empresa de telecomunicaciones después de haber hecho un grado superior pero me di cuenta de que no me gustaba y que no iba a estar con ello hasta la jubilación”, reseña este joven de 26 años con estudios musicales de piano en la Escuela de Música de su localidad.

“Tenía algo de dinero ahorrado y me apetecía aprender inglés. En principio, estuve a punto de ir a Inglaterra pero aquello es un poco como aquí, con lluvia y frío. Un amigo me planteó la posibilidad de ir a Australia. La cosa es que empecé a informarme... y allí me fui sin saber inglés pero con muchas ganas de hacer algo diferente”, proclama. Allí, a este joven músico y compositor le tocó trabajar de friegaplatos, camarero o de ayudante de cocina en algunos de los establecimientos hosteleros de la localidad costera de Byron Bay, un pequeño pueblo pesquero del este australiano donde se dio de bruces con la inspiración que le ha llevado a su triunfo en el concurso web en el que hubo de competir con más de 130 creadores.

“No sé si por el entorno, por la tranquilidad económica -ganaba bastante bien y el trabajo me permitía descansar, pasear y estar relajado-, o por qué pero fue una época muy inspiradora. Escribí cinco canciones en las que el eje principal era la libertad con la que vivía allí, sin ninguna carga emocional extra, sin más compromisos que una maleta ligera de equipaje”, señala este joven que ha tocado en una gran variedad de grupos de Bizkaia como Cuarto Traste o Doble filo, entre otros.

Compositor “Cuando fui a Australia mi idea era centrarme en lo mío porque me di cuenta de que componer canciones era lo que más me ha gustado siempre, lo que más me llenaba”, señala mientras busca un estudio de grabación donde invertir los 2.000 euros del premio logrado en Valladolid.

“Durante mi estancia en Australia compuse cinco temas que están marcados por la sensación de libertad que experimenté y también por el ambiente que se vivía allí, la gente, los sitios que conocí, pero sobre todo por la libertad que tenía para crear, una creatividad que no es como aquí que a la que vuelve ya tienes otras cosas que hacer”, remarca Aitor quien, con su experiencia tan reciente, no puede evitar la comparación con Australia. “Echo mucho de menos el sol, la luz de aquellos parajes, de aquel ambiente surfero y hasta de los avisos por tiburones”, señala el de Meatzaldea.

Ahora, Aitor confía en que, como en ediciones anteriores del certamen, pueda ser telonero de algún concierto importante en las fiestas de Valladolid. De hecho, otros ganadores como Erizo Sibarita o Simone, compartieron escenario como teloneros de Amaral (el primero) en su gira 2016 y con La Oreja de Van Gogh (el segundo). Una esperanza que no pierde este joven trapagarandarra al que un amigo ducho en tareas de grabación le ayudó a crear el vídeo de la canción Déjame quererte, con la que se apuntó a este certamen estatal que en esta quinta edición ha batido su propio récord de participación con más de 130 concursantes de los más variados grupos y estilos musicales.

Curiosamente, el vídeo de Goitia no fue uno de los seis elegidos para tomar parte en la final de Valladolid sino que fue repescado. “Yo ya tenía el vídeo de Déjame quererte subido en Youtube y lo mandé al concurso. El certamen iba por votación de los internautas y los tres más votados iban a la final. Luego había un jurado que elegía otros tres entre los temas presentados. En principio no fui elegido ni entre los más votados ni entre los del jurado pero al caerse uno de los grupos me llamaron a mí que era el cuarto y ya ves al final el premio, como la canción, me encontró a mí”, indica Aitor.