EXISTEN calles en el mundo que por un motivo u otro adquieren relevancia: la Quinta Avenida de Nueva York, los Campos Elíseos de París, la Avenida 9 de julio de Buenos Aires o Las Vegas Strip en la ciudad estadounidense del mismo nombre. Pero aunque la fama se lo lleven unas pocas, todas las calles encierran su propio encanto. El grupo de historia Gernikazarra se ha propuesto investigar el pasado de la trama urbana de Gernika-Lumo. Inician el trabajo en la calle Don Tello, que lleva el nombre del fundador del municipio, con el objetivo de realizar un estudio de cómo se realizó la reconstrucción de la localidad foral tras el bombardeo a través de la iniciativa privada.

“Hasta ahora lo que único que se ha estudiado ha sido la reconstrucción oficial llevada a cabo por regiones devastadas que actuó en Artekalle, la plaza del Ayuntamiento, el propio edificio consistorial, el juzgado y la Casa de Cultura, junto con el mercado y el matadero”, precisa Vicente de Palacio, miembro del grupo histórico. Todo lo demás “nunca ha sido estudiado y la iniciativa privada ha sido olvidada totalmente”. El proceso acaba de ponerse en marcha y aun están buscando un sistema de trabajo que les permita reunir información. Para ello, Gernikazarra pretende utilizar distinta documentación. Por ejemplo, las escrituras de las viviendas que conforman la calle, que “suelen aportar mucha información” según de Palacio. Así que han lanzado un llamamiento a todas las personas que puedan colaborar con la tarea. Pronostican que también resultarán útiles el registro de la propiedad, que detalla a quiénes perteneció antiguamente el solar. “O quién ha ejercido como promotor de la vivienda: ya sea el que aporta la financiación, el contratista, el que lo construye o un arquitecto que la proyecta”. “Todo eso es lo que queremos descubrir en todas las viviendas”, añade.

La intención del grupo gernikarra es ir ampliando el radio de acción a otras calles con el tiempo. “Comenzamos por Don Tello porque es una de las arterias de las que más información disponemos. No es fácil recopilarla, pero en este caso es una vía concreta, que no es muy larga y sí fácil de identificar”. Por un lado, cuenta con una serie de edificios y, por el otro, esta la Plaza del Mercado. Para empezar el trabajo, por tanto, era una buena opción” en palabras de Vicente de Palacio. A partir de ahí, los miembros de Gernikazarra pretenden reconstruir la evolución histórica del núcleo urbano.

En este sentido, sin duda el bombardeo de 1937 marcó un punto de inflexión. “Queremos saber qué edificios tenía, cómo estaba construida y cuál era su fisonomía, ya que tras el ataque aéreo cambiaron todas las avenidas”, describe. Por ejemplo, se configuraron “más anchas o con menos curvas. “Sería la historia de la calle previa a la Guerra Civil. Con respecto al después, “queremos saber quién la ha reconstruido”.

Con restricciones Aunque la investigación acaba de iniciarse y el grupo de historia ha pedido la colaboración ciudadana para lograr toda la información posible, existen unos datos que pueden ayudar al relato de la evolución de la calle. El último edificio de la calle Don Tello en construirse se levantó en 1973. “Fueron los propios propietarios, que tenían cierto poder económico, los que erigieron las viviendas. Eso sí, desconocemos si contaron con ayudas”, pregunta. Los pisos “no se podían construir de cualquier manera, ya que debían atenerse a una ley de regiones devastadas”. Ello suponía, entre otras restricciones, que no podían rebasar las cuatro plantas. Solo existe alguna excepción “en la calle Industria” . Debían que ser casas soleadas, que no dieran a patios internos las cocinas y las habitaciones... una normativa interesante” que configuró el Gernika de hoy.