Casi cuatro décadas de tradición respaldan a la cabalgata de los Reyes Magos de Gatika, una celebración que supone todo un hito en el municipio cada 5 de enero y que le ha otorgado una fama que se extiende por toda la comarca de Uribe-Butroe. En concreto, se trata de una celebración que cumple ya 38 años y en la que destaca la comunión de todos los vecinos del municipio, que además de ayudar en los preparativos, toman parte en el desfile e incluso en el Belén viviente, todo un reclamo, que otorga una gran relevancia y vistosidad a este festejo organizado por el grupo de baile local, Intxurtxu Dantza Taldea. En esta ocasión, el papel protagonista del belén recaerá en el joven Oier Larrauri, nacido el pasado mes de octubre y que con tres meses se convertirá por un día en el niño Jesús. “La idea de la cabalgata surgió con el objetivo de hacer un desfile para que disfrutasen los niños y en la que el euskera estuviese presente. Los vecinos se vuelcan con esta celebración. Todo el mundo ha sido alguna vez pastor, Rey Mago, niño Jesús...”, destaca la alcaldesa de Gatika, Leixuri Arrizabalaga.
De este modo, los Reyes Magos acudirán hoy a Gatika a visitar el belén viviente. El recibimiento está previsto a las 19.00 en el frontón municipal aunque la comitiva partirá antes desde el campo de fútbol de Larrate Azpi. Así, el Consistorio anima a todos los vecinos que quieran formar parte de ella a acudir “con atuendo de árabe o de baserritarra”.
Con el paso de los años, las costumbres han cambiado y ya no se cuelgan a los niños que hacen de ángeles del portal de belén, ni los Reyes Magos realizan el recorrido a lomos de flamantes corceles. “Alguna vez, los Reyes han llegado magullados al frontón porque no sabían montar o porque se caían debido a que los caballos se asustaban con los cohetes y las antorchas que acompañan el recorrido”, explica Arrizabalaga. Y es que el espectáculo lumínico de las antorchas es algo que caracteriza especialmente a este desfile. “Antiguamente se hacían con estopa y resina”, prosigue la regidora.
‘BABY BOOM’ Pero, sin duda, lo que no se ha perdido es la tradición de contar con un belén de carne y hueso. “Al niño Jesús lo escogen los integrantes del grupo de danzas y tiene que tener entre 4 y 5 meses, para que no sea ni muy pequeño ni muy grande”, apunta Arrizabalaga que desvela que este año han tenido “superávit de candidatos” gracias al baby boom. Además de los vecinos que se meten en el papel de pastores, Reyes Magos, pajes, Virgen María, San José, los ángeles, etc., el belén de Gatika cuenta también con los correspondientes animales cedidos por los vecinos del municipio. “Tenemos una vaca, un burro, ovejas...”, añade Arrizabalaga. Posteriormente, ya en el frontón, los Reyes se acomodan en tres elegante sillones de terciopelo donados para la causa por el párroco Don Jesús. Allí, sus majestades de Oriente leen “uno por uno” las cartas de los niños y a continuación se repartirán caramelos. También se lleva a cabo una exhibición de bailes y un sorteo con destacados premios. Finalmente, una chocolatada popular cierra unos festejos que, sin duda, sumergen de lleno a Gatika en la liturgia navideña como pocos municipios.