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La Navidad coge fuelle en Bilbao

La Navidad coge fuelle en BilbaoFotos: Pablo Viñas

LA Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao (BAOS) ofreció ayer en una repleta Sala BBK el primero de los dos conciertos de Navidad que tiene programados. El segundo se celebrará hoy viernes a las ocho de la tarde. Y seguro que repetirá éxito.

Los veintiocho acordeonistas y dos percusionistas dirigidos por Amagoia Loroño, abordaron un aplaudido repertorio integrado por piezas como Eusko Eleskiak, Danza Fantástica, Sangre Vienesa, Viva Verdi o Bilbao Bilbao entre las más reseñables.

En el espectáculo, presentado por un Joseba Solozabal, siempre estelar, y la emergente Aintzane Hernández, tomaron parte, además, el artista plástico Roberto Zalbidea, el pianista y cantante Guillermo Garmendia o Josune Aristondo, entre otras personalidades públicas. Se acercaron a disfrutar del sonido de los fuelles los munícipes bilbainos Nekane Alonso,Itziar Urtasun, Alfonso Gil, Beatriz Marcos o Francisco Samir, así como José Antonio Nielfa ‘La Otxoa’, muy elegante, embozado en una vistosa bufanda.

No se perdió el concierto Rakel Rodríguez, directora de la compañía de signodanzaArymux, quien conversaba con Esti Bartolomé en el atrio de la sala. Acudió José Luis Bilbao Menika con su esposa Arantzi Mugarra, ambos acompañados por Cecilio Bragado e Izaskun Argaluza. Cerca de la hora de inicio del evento arribaron el hostelero Iñaki Cabezón, del popular KZ, siempre implicado en iniciativas culturales, y su amigo Daniel Saborido.

Puntuales se presentaron Mari Carmen Alegría, Teresa de la Torre y Menchu Ubieta. Asier,Ane y Mikel Lasagabaster llegaron en familia junto a Olatz Aguirre, Belén Camacho y Alberto Navarro.

Entre los instrumentistas podemos citar, subrayando al propio Asier Loroño, a su hijo Eneko, percusionista, y a Arantza Camarero, Isabel Martínez, Iñaki Ormaetxe, Jaime Monasterio, también percusionista, David Palanca, Iñaki García o Ekaitz Polledo.

Destacaba entre los maestros del acordeón el jovencísimo Aimar Pagonabarraga, perfecto con pajarita, fajín, camisa y pantalón negros. Maneja el fuelle desde los 6 años y, ayer, con solo 13, tocó ante un patio de butacas en el no cabía un alfiler.

La BAOS, fundada en 1963 por el recordado maestro Josu Loroño, ha logrado llevar a lo más alto un instrumento tan popular como extendido en Bizkaia y el resto de Euskadi. El acordeón, humilde animador de fiestas populares y celebraciones vecinales o familiares, ha ganado prestancia y presencia en los grandes escenarios gracias, en gran parte, a esta institución. Ayer demostró de nuevo que nada tiene que envidiar a pianos. violines, arpas o cornos. El acordeón se viste de gala con la BAOS. Algo similar a lo que ha logrado otro de los coprotagonistas del evento de ayer y hoy: el txakoli. Gracias a Bizkaiko Txakolina también se viste de etiqueta en cualquier mesa.