Galdakao - Que la iglesia de Andra Mari de Galdakao es un monumento con un valor histórico muy importante es ya de sobra sabido. Que contiene varios elementos que la hacen especial, también. Pero además, desde hace muy poco, se pueden conocer más detalles interesantes del templo gracias a un estudio del catedrático galdakoztarra Xabier Orue-Etxebarria. Han sido ocho años de investigación en los que “hemos obtenido unos resultados muy interesantes sobre aspectos que habían pasado desapercibidos o que no habían sido suficientemente analizados por otros especialistas que han trabajado en este conocido templo de Galdakao”, destacaba ayer.
De todos los hallazgos que han obtenido Orue-Etxebarria, Joseba Artaraz, Estibaliz Apellaniz y Kepa Lizarraga, el galdakoztarra resaltaba ayer tres; por un lado, parece ser que “la iglesia no se construyó, como aparece en la placa del pórtico, en el siglo XIII, sino que ya existía, al menos, desde el siglo XII”. Por otro lado, hay una parte importante que se ha conservado y que correspondería a esa iglesia primitiva del siglo XII. Asimismo, según Orue-Etxebarria, habría “muchos datos para pensar que fue una iglesia fortaleza, que se construyó en una época en la que Galdakao estaba en la zona fronteriza entre los reinos de Castilla y Navarra”.
En relación al primer descubrimiento, la investigación realizada ha servido para dar con varios documentos que harían alusión a dicho monumento. Orue-Etxebarria detallaba ayer que “hay documentos del siglo XII en los que aparece nuestra iglesia, citada en unos casos como Albagano y en otro como Aldacanos”. Como prueba, “en el primero de ellos, de 1175, Alfonso VIII confirma todas las donaciones que habían hecho sus antecesores -don Alfonso VI, el emperador su abuelo, y su padre don Sancho- al Monasterio de Santa María de Nájera”.
En dicho documento se cita “... In Biscaia: Albagano, Barriga, Santa Aren cum omnibus possessionibus eorum”. En relación a la presencia del tramo primitivo del siglo XII, el galdakoztarra ha encontrado numerosos hallazgos: hay evidencias que podrían probar que existió un campanario anterior al actual que sería el del siglo XII. También hay un lugar concreto donde se da la unión de los muros de la iglesia del siglo XIII y la del XVI y otro en el que se unirían la del XII con la del XIII, que se aprecia también por la diferencia de espesor de ambas. Según Orue-Etxebarria habría más evidencias en ese sentido. Por último, afirma que pudo ser una fortaleza, basándose, entre otros elementos, en la torre con aspilleras, el espesor o unos agujeros tapados que habrían servido en su época para sostener un cadalso defensivo.