“Es un orgullo llevar el nombre de Alonsotegi”
Las emociones se desbordan en la entrega de los primeros premios Alonsotegitik-Alonsotegira
Alonsotegi - Los hermanos María Jesús, Emilio y Arturo Baranda, habían preparado para su actuación dos canciones y una tercera si el público se lo pedía. Claro que lo hicieron. Y ellos no podían haber elegido mejor para poner el colofón a la gala de entrega de los premios Alonsotegitik-Alonsotegira. La letra de Volver, de Sergio y Estíbaliz, resume lo que sintieron los galardonados. (...) Hoy vuelvo a mi casa / como el trigo al pan se da / mis manos, que eran barro / huelen a ciudad (...) entonaron con la hija de María Jesús y Luci García, del grupo Ahotsak, de Sodupe.
En la ermita de San Antolín, que albergó la ceremonia -se instaló una pantalla en la calle para quienes no pudieron entrar al completarse el aforo-, se cruzaron los caminos que recordaron con cariño y “orgullosos de llevar el nombre de Alonsotegi”. “Por aquí venía la ruta a la escuela”, rememoró Andoni Goikoetxea, que pasó de los campos del Arbuio, porque a la gloria del Athletic de las ligas, Copa y Supercopa. Una trayectoria que le ha valido infinidad de premios, “pero ninguno como este; este es especial”. “¡Si mi ama y mi aita me vieran aquí!...”, señaló al borde de las lágrimas mirando la escultura de cerámica que reproduce el puente nuevo de Alonsotegi.
Curiosamente, “me casó el padre Txaber Gaztelu”, desveló. El sacerdote puso al público en pie al dedicar su premio “a todas las personas de este pueblo”. Además de reflotar el coro, restaurar la ermita y, por cierto, descubrir el talento musical de los Hermanos Baranda, también participaba en la recogida de papel que implicaba a los desempleados de la localidad. “Estar con los de abajo y no dar órdenes desde arriba” es su filosofía.
Andoni Goikoetxea guarda también una curiosa relación con otro de los que recibieron el reconocimiento. Y es que Juan Mari del Hoyo, primero aventurero intrépido y después fundador de Viajes Azul Marino, fue su primer entrenador. “Esto va para los que hacíamos cuatro viajes al día en tren con gran sacrificio para estudiar y trabajar. A los jóvenes les digo que, si tienen ilusiones, se lancen a por ellas y se rodeen de un equipo de gente a quienes consideren sus amigos”, aconsejó. María Jesús Esteban, una eminencia de las matemáticas que también adoptó esta máxima, realizó una emocionada mención “a mi madre y a mi tía, Edurne, en cuya casa de Alonsotegi nací y disfruté de tantos veranos de mi infancia”.
Momentos emotivos que compartieron con el alcalde de Alonsotegi, Joseba Urbieta, la diputada Elena Unzueta, los regidores de Artzentales y Güeñes, José Ignacio Iglesias e Imanol Zuluaga, la presidenta de la Mancomunidad, Esther Lasa; Mikel Huizi y José Pérez en representación de Zabalgarbi, Eduardo Ruiz de Gordejuela y Ainhoa Ipiñazar de Kutxabank, Pedro Barreiro, del Consorcio de Aguas y Kike Hermosilla, director comercial de DEIA.