Mungia se alía con lo ecológico
La feria de agricultura ecológica contó con quince productores y talleres para niños sobre cómo hacer talos, minihuertos y germinados
MUNGIA se convirtió ayer, un año más, en el epicentro de los productores saludables con la celebración de su feria de agricultura ecológica que cumplió su decimoctava edición. A pesar de que el día se tiñó de nubes y de una lluvia insistente desde primera hora, a ratos el cielo escampaba y permitía a los asistentes admirar y comprar los diferentes artículos exhibidos por los 15 productores venidos de diferentes puntos de Bizkaia.
La plaza de los Fueros se erigió en un gran mercado, donde los productores montaron sus originales puestos con esmero y formatos personalizados. En ellos los visitantes pudieron encontrar lo más granado de la temporada, como es el caso de hortalizas, legumbres, setas, miel, mermeladas, cremas de verduras, queso de oveja, txakoli, frutas, pan o aceite de girasol, pasta ecológica y hasta exóticas setas shiitake.
El objetivo de esta feria, organizada por Ekolur -la Asociación de Agricultura Ecológica de Bizkaia, en colaboración con el Ayuntamiento mungiarra- fue, además de promocionar a los agricultores y acercarlos a los vecinos de Mungialdea, el de posibilitar que los consumidores identifiquen “cuáles son los productos de agricultura ecológica”. Con este fin, desde su propio puesto de información, sus responsables se afanaban en explicar a los asistentes a la feria lo importante que es “fijarse bien en que estos lleven su etiqueta, que lo certifican como artículo ecológico”.
Uno de los puestos que más llamaba la atención por lo variado se su oferta fue el regentado por Izaskun Urbaneta y Ainara Bager, de Muskiz, que bajo su firma Txaramela Pasta ofrecieron una gran diversidad de variedades de pasta integral y ecológica, elaborada de manera artesanal. “Nos encargamos de moler el grano y mantenemos el 90% del salvado, por eso es integral. Son productos ecológicos e integrales”, exponía desde su puesto Urbaneta.
Así, entre las variedades expuestas por estas apasionadas de los alimentos saludables se podía hallar desde pasta con cúrcuma, curry, así como de ortiga con remolacha o calabacín. “También tenemos pasta con albahaca y especias de todo el año, mientras las verduras que tenemos son en función de la temporada”, añadía esta experta productora. A la hora de exponer sus expectativas acerca de la afluencia a la feria, se mostraron confiadas del buen criterio de los asistentes. “Es una feria ecológica y por eso viene gente concienciada y preocupada por su salud”, argumentaron.
A pocos metros de distancia de este puesto se encontraba Garbiñe Belloso, productora de Larrauri, especializada en hortalizas ecológicas que vendía un manojo de puerros a una de sus clientas habituales. Con un mostrado bien surtido de tomates, pimientos y calabazas, entre otros manjares, explicaba que al contar con un sistema de venta con cestas para el cliente final, “debemos ofrecerles una gran variedad de productos”. “Vendemos, sobre todo, en Mungia y Barakaldo. En mi experiencia creo que hay gente que valora mucho que lo que compran sea producto ecológico, pero a la vez también hay quienes lo valoran aunque luego dicen que es muy caro”, reflexionaba esta agricultora.
Los momentos más alegres y divertidos para los niños vinieron de la mano de los talleres. En concreto, se organizaron tres, uno para enseñar como elaborar talos ecológicos, otros sobre germinados y uno más sobre minihuertos.
En el caso del taller de talos, Aitor Aurrekoetxea mostró a los animados asistentes las técnicas para realizar un talo delicioso. “Enseñamos cómo se tiene que hacer la harina de maíz para mezclarla con agua, un poco de sal y darle forma al talo. Hacen el ciclo completo, y una vez que está hecho, lo llevan a la plancha y cada niño se come el suyo, así saben el buen trabajo que conlleva hacer este delicioso manjar”, describió. Para dar por finalizada la jornada se sortearon cestas con lotes de productos ecológicos entre aquellos que adquirieron algún producto en la feria. Las cestas fueron completadas gracias a los productos donados por los dueños de los estands.