Zeanuri - Zeanuri volverá a escuchar el próximo 30 de septiembre palabras como eskuzuloak, txorra, sinka, hirukoa, txakile, zubile, txirloa, arrapea, etc. Vecinos y quienes quieran disfrutar de una jornada diferente podrán hacerlo en la velada del juego de bolos típico de esta localidad del valle de Arratia. Lo hará, además, a la antigua usanza, tal y como se viene haciendo en el municipio, que ha sabido preservar este juego con todas sus características. Y es que la manera particular de jugar a este juego en el pueblo es una modalidad propia, típica de Zeanuri.
La cita será el sábado, a partir de las 17.00 horas. El Campeonato de Bolos de las Cofradías de Zeanuri se jugará en la bolera de Altzusta. Como cada año, es una competición en la que participan las distintas cofradías del municipio, que son siete. Jugadores de las cofradías de Altzua, Altzusta, Asterria, Ibarguen, Ipiñaburu-Undurraga, Otzerinmendi y Uribe se enfrentarán por equipos, en los que habrá cuatro bolaris. Cada uno de los jugadores dispondrá de seis tiradas. Al final del juego, se contabilizan los bolos que han tirado los cuatro integrantes de cada equipo para ver quiénes han sido los más habilidosos. En caso de empate, tiene lugar un desempate, denominado en la zona como gerrea.
Jóvenes bolaris Antes de disputar el campeonato, los más jóvenes tendrán la oportunidad de descubrir de cerca este típico juego. Desde las 16.30 horas se disputará un pequeño torneo entre niñas y niños que se acerquen hasta Altzusta, en un intento de seguir trabajando por la conservación de este deporte ancestral. Además, servirá para que los jóvenes adquieran una correcta técnica y distintos trucos para poder disputar futuros torneos.
No en vano, el joven Danel Beitia, de tan sólo 14 años, será uno de los participantes en el campeonato entre las cofradías. Este joven zeanuritarra fue el ganador en la competición individual que se celebró este pasado verano. Beitia jugará con la cofradía de Otzerinmendi, junto a su tío Máximo.
Boleras en uso En la actualidad, son varias las boleras que siguen en uso en Zeanuri. Concretamente, existen boleras en Altzua, San Justo (cofradía de Otzerimendi), San Lorentzo (compartido por las cofradías de Otzerinmendi y Uribe), Ipiña (cofradía de Ipiñaburu-Undurraga) y Altzusta. Antiguamente había más boleras, ya que se jugaba habitualmente. Tal y como cuenta José Zorrilla en su libro Bola Jokoa. El juego de bolos, “sabemos que en el propio Zeanuri, en la plaza Undurraga, existió otra bolera”.
Si cumplen con los requisitos del sitio de juego, las boleras deben medir entre 19 y 26 metros, teniendo una anchura de dos metros y medio a los tres y medio. En la zona de lanzamiento hay un tablón de madera que hay que golpear al lanzar la bola. Además, una de las particularidades de este juego en Zeanuri es que “la bola no se lanza recta, se lanza hacia la zona de la izquierda, para que describa una parábola y enfile de frente hacia la fila de tres bolos a la derecha”, explica Zorrilla.
Asimismo, casi en el centro, la bolera tiene una pequeña estaca, de nombre katxine y que la bola nunca ha de tocar. En cuanto a la bola, pesa unos siete kilogramos y es “de agarradera”. Otra característica peculiar es que, como antaño, junto al final de la bolera o el tope, “se suele colocar un joven llamado etxerue, el cual debe encargarse de devolver las bolas y colocar los bolos en pie”. Este suele recibir una pequeña propina por ayudar en el campeonato de bolos.