Zalla - Junto con su marido, siguió la estela de sus padres en la Funeraria Aranguren de Zalla, en la que ahora también participa su hija. Desde asociaciones funerarias a nivel vizcaino y estatal, Mari Ascen García de Andoin ha conocido la evolución en el mercado y la manera en que se exterioriza el duelo.

¿Está cambiando el sector?

-Sí, por las fusiones. Los grupos grandes tienden a absorber y están tratando de implantarse en las comarcas. Funespaña ha integrado a Sarria y ahora se llama Funetxea. Grupo Albia, que antes estaba en Durango e Iurreta, se dirigió a Bilbao y Santurtzi, y ha cogido mucha gente. Servisa está más estacionada en Asua y Bilbao, y no tienen oficinas, sino que trabajan para funerarias como nosotros. Funeraria Bizkaia cubre la zona de Algorta, Santurtzi, Barakaldo, Galdakao, Portugalete y Bilbao.

Empezaron como carpinteros o enterradores hace décadas, pero ¿cómo es el perfil de los trabajadores de funerarias actuales?

-En el estudio que hemos realizado para la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (PANASEF), de la que también formo parte, nos hemos dado cuenta de que ya no predomina el funerario de turno que había estudiado el graduado escolar, sino que los jóvenes que van tomando el relevo cuentan con carreras universitarias. Este no es un trabajo monótono. Lo mismo se requiere saber un poco de derecho que de contabilidad o psicología. En la asociación organizamos cursos y eso luego ayuda muchísimo para resolver situaciones difíciles con las familias, desde una crisis de ansiedad a gente que entra en estado de shock a la que hay que ayudar a elegir. Las personas son nuestra prioridad. En ese sentido, también hemos evolucionado, porque antes nos centrábamos más en tanatoestética, informática o mecanografía. Al último curso que celebramos, de ceremonias civiles, vino una profesora de Granada.

¿Cómo funciona ese posibilidad? En Bilbao, por ejemplo, no se han registrado solicitudes desde que el Ayuntamiento lo ofreció.

-En funeraria Aranguren tampoco hemos tenido pero, de todas formas, creo que la gente se siente un poco desatendida por la Iglesia. Suelen preguntar si pueden organizar la despedida en el mismo tanatorio y también vemos que los funerales de cuerpo presente se van reduciendo.

¿Porque aumentan las incineraciones?

-Aunque las cifras concretas van por rachas según el número de defunciones, actualmente representan una mayoría con respecto a los enterramientos y no depende de la edad de los fallecidos. Asombra la cantidad de gente mayor que pide ser incinerada. Hay quien posee su panteón o nicho y quiere que las cenizas se depositen dentro. Otras veces las entierran en su huerta, las llevan al mar o al monte típico de su zona: Kolitza, Gorbeia, Pagasarri, Serantes... Nosotros no preguntamos qué van a hacer con ellas, solo el tipo de acto para aconsejar qué urna escoger.

¿Hay diferentes opciones?

-Claro, si quieres llevar a enterrar en un cementerio no se puede coger una de madera porque se abomba debido a la humedad. Para el mar se fabrican urnas de sal compacta que conservamos en condiciones especiales porque si las abrimos se deshacen. Para el jardín, existen recipientes biodegradables. Antes se vendían las típicas de metal o de madera, con el riesgo de que una racha de viento te devolviera las cenizas en dirección contraria.

¿Cuánto cuesta morirse?

-Depende de lo que se contrate. Hay empresas que hacen ofertas, pero luego salen con que esto no entraba y lo otro tampoco, con lo cual al final se paga parecido. Nosotros valoramos el servicio porque llevamos a cabo una labor que vale dinero e implica a mucha gente. Cuando me hablan del precio respondo que trabajo yo, mis compañeros que van al hospital a recoger el cuerpo, otros que lo tienen que vestir, llamo a la floristería, el enterrador, etc. Sumando al personal que se movilizan en dos días, da igual si es 25 de diciembre o 1 de enero, te dicen que es verdad, que no pensaban que hubiera que estar pendientes de tantas cosas.

¿Percibe que han cambiado las causas de la muerte en Bizkaia?

-Nos encontramos con un porcentaje exagerado de cáncer, mientras que antes había muchos infartos, sin contar con la época mala de las drogas y el sida, que se llevaron a tantos jóvenes. En la gente mayor aparece frecuentemente la demencia. Como anécdota, recuerdo a un sacerdote que en un libro de registro de los entierros ponía siempre la parada cardiorrespiratoria como causa del fallecimiento. Todos nos morimos por parada cardiorrespiratoria, pero será generada por algo...