Basauri - José Manuel Matés Luque vive la historia de su pueblo intensamente. Este arqueólogo, especializado en el mundo marino, es un apasionado de todo lo que ha acontecido en relación a Basauri. Hace ya unos años que, con la idea de dar a conocer todo lo que ofrece el municipio, “que es mucho”, escribió Paseos por la Historia de Basauri, un libro en el que a través de diferentes capítulos ofrece información sobre los orígenes o la era más industrial de la localidad. Todo ello, animando a recorrerlo por medio de interesantes y numerosos paseos.

Uno de los apartados o paseos de su libro habla sobre los orígenes del municipio. A pocos minutos del centro se encuentra una joya histórica y arqueológica como el Castro de Malmasín.

-Efectivamente. Aunque ahora mismo sea término municipal de Arrigorriaga, no cabe duda de que antes de tener las fronteras administrativas actuales ese entorno es el origen de Basauri y de otros muchos municipios de la zona. Hablamos de unos vestigios que nos dan información sobre un asentamiento previo a los romanos. Se sabe que ya estaba poblado en el 300-400 a. C. e incluso bastantes años antes.

¿Qué se conoce de este enclave?

-Queda mucho por saber, ya que no se ha realizado un estudio arqueológico con una excavación completa. Se sabe que en el Castro había un núcleo de población y ahora mismo se aprecian un pequeño muro y varias terrazas circulares, por lo que estaría de algún modo fortificado. Desde allí se controlaba un territorio muy importante y en el entorno habría seguramente muchos recursos.

¿Qué importancia tuvo?

-La importancia fue sobre todo por su valor estratégico, ya que desde Malmasín podía controlarse un terreno muy significativo. Hay que pensar que si los romanos quisieron controlar el Castro, es porque era muy importante. En este caso, se supone que cuando llegan los romanos, obligaron a la población indígena que estaba allí a bajar hacia las zonas de media ladera, así las encuadraban en su estructura socio-económica. Antes y después continuó teniendo importancia para otros pueblos, aunque con el tiempo parece obvio que acabó siendo un lugar de vigilancia.

Con la pasión con la que habla sobre este enclave, seguro que está deseando que se excave la zona...

-Ni se lo imagina (risas).

¿Podría decirse que lo que hoy se conoce como Basauri y su entorno tuvieron mucha importancia?

-Yo creo que sí. Basauri se conforma como un núcleo de caminos, siendo un punto estratégico. Haciendo una transposición, podría decirse que desde el Castro, cuando no había fronteras administrativas como las de hoy en día, y hasta la era más industrial la localidad y su entorno han sido muy importantes.

Otro lugar muy relevante, relacionado además con el Castro es la ermita de San Martín de Finaga.

-Sin duda. Bajo la ermita se han encontrado restos de enterramientos, por lo que se supone que allí enterraban a algunos de los que habitaban el Castro y, además, en las proximidades tendría que estar la gente viviendo. Esos enterramientos continuaron después de los romanos, y debieron de ser, esas personas que vivían por la zona de Finaga, los que a la postre bajaron hacia Basauri, etc. Todavía hoy se hace una romería, debido a la importancia que ha tenido en la historia del municipio.

La ermita tiene un valor arqueológico muy grande...

-La continuidad de repoblamiento desde la población indígena, pasando por la romana y las posteriores, hace que esta ermita sea muy importante. Siempre ha sido un lugar especial y además tiene unos restos que tienen un valor muy grande, debido a que han ofrecido mucha información, los enterramientos, los restos encontrados, las estelas, etc. Ahora, gracias a las visitas organizadas, se está poniendo el valor. Finaga y su entorno explican mucho de la conformación de Basauri.

Y si se continúa el camino hacia abajo, uno se encuentra con un Basauri verde y rural...

-Con un Basauri espectacular. Como dice, verde, rural, que aun mira al pasado y que, a pesar de haber cambiado, continúa de algún modo manteniendo esa otra esencia del municipio; industrial sí, pero también con mucha historia por detrás.

A veces se piensa que ha sido sólo industria.

-Mucha gente piensa que Basauri ha sido sólo fábricas, pero tiene una gestación que viene desde muy atrás, si bien la industria ha forjado su carácter. Pero si se sale un poco de la zona más urbana, hay núcleos de población como Finaga o Luzarre, en los que encontramos a gente viviendo en un enclave que, posiblemente, no ha dejado de estar habitado desde el siglo IV a. C. Obviamente, ha cambiado mucho, pero hay ganado y muchas zonas verdes, y eso nos conecta con aquellos primeros asentamientos humanos.

Después de escribir un libro sobre los paseos de Basauri, ¿qué tres paseos recomendaría usted a quienes visiten el municipio?

-Uno de ellos sería sin duda el de los orígenes, empezando por el Castro de Malmasín, Finaga y bajando hacia la iglesia de San Miguel. Otro, el de la zona de los ríos, junto con las presas, que aún quedan algunas. Además, Basauri se ha esforzado en hacer un sendero por la ría que merece mucho la pena visitar. Y un tercero, creo que sería andar por el propio entorno urbano, que tiene un poco de todo.