Bilbao - La plaza que surgirá en el solar que quedará tras el soterramiento de Termibus se convertirá en un nuevo centro de actividad para la ciudad. El diseño cerrado por la Sociedad Concesionaria Intermodal Bilbao (SCIB), y consensuado con el Ayuntamiento de Bilbao, prevé un gran espacio público de casi 10.000 metros cuadrados totalmente diáfano con una ligera pendiente entre las calles Luis Briñas y Gurtubay.

Según el plan de ordenación urbana de la parcela 852, al que ha tenido acceso DEIA, el gran espacio tendrá “mobiliario y alumbrado desmontables” que permitirá diferentes configuraciones “para todo tipo de eventos como ferias, conciertos, fiestas, mercadillos o concentraciones fruto de eventos deportivos o musicales... generando un espacio multiusos para el barrio y la ciudad”.

Quedará también libre el frente de la plaza hacia Luis Briñas, “posibilitándose una transición suave”, indica el proyecto. Su concepto es duro, ya que apenas tendrá unos parterres o centros de flores en la zona perimetral para que el centro del espacio quede libre.

El otro gran elemento de la operación urbanística, el edificio en forma de ángulo, cuya construcción ha permitido al Ayuntamiento involucrar a una sociedad privada en el soterramiento de Termibus, contará con once plantas en 50 metros de altura, algo menos que el edificio de viviendas de Garellano colindante. El bloque tendrá dos alas; una para acoger un hotel, y la otra para albergar una residencia de estudiantes. Su huella sobre el solar será casi cuadrada al medir 73 de largo por 69 metros de ancho.

El proyecto, elaborado para SCIB por el conocido arquitecto Iñaki Aurrekoetxea y su equipo, diseña una plaza pública con unas ligeras inclinaciones de un 2% en el sentido Briñas-Gurtubay y de un 1,7% entre Pérez Galdós e Ingenieros. Los peatones podrán acceder a la misma por todo el perímetro y se va a habilitar en la planta baja del nuevo edificio una galería de ocho metros de ancho entre la plaza y Gurtubay; un pasillo peatonal flanqueado por diversos comercios que contará con una amplia iluminación cenital gracias a un gran lucernario que se habilitará por encima.

Cuatro accesos viarios El nuevo espacio urbano ofrecerá cuatro accesos para el tráfico rodado que utilizará las dependencias subterráneas. Al principal se llegará desde la calle Gurtubay (por donde entraban en la antigua terminal), contará con quince metros de ancho y dos carriles en cada dirección. Esta rampa, de cien metros de longitud, tendrá doble uso. Por un lado, bajarán los autobuses a sus dársenas, y por el otro, subirán los turismos que abandonen el parking que se construirá en dos niveles por debajo a la Termibus.

La entrada de los coches será exclusiva por una rampa en un calle Pérez Galdós totalmente peatonal a la que se accederá desde Luis Briñas. La salida de los autobuses estará también en este tramo de Pérez Galdós, pero colindante con la calle Gurtubay, para que los transportes públicos puedan girar tanto hacia la avenida Zunzunegi como hacia la avenida Montevideo.

La ubicación de los accesos para los transportes públicos, hacia y desde Gurtubay, supondrán cambios en las direcciones viarias en el tramo de esa calle que va desde Pérez Galdós a Zunzunegi, los cuales se activarán cuando entre en funcionamiento la nueva terminal subterránea en verano de 2018.

El proyecto detalla los usos y distribuciones de todas las plantas. Empezando por las más profunda, se excavará hasta los 21 metros, los niveles -3 y -4 acogerán 528 plazas de estacionamiento de uso rotatorio y para los familiares y amigos que acudan en coche a recoger o dejar viajeros. 64 plazas tendrán puntos de recarga eléctrica. En la planta inferior también habrá espacio para estacionamiento de los autobuses, 22 parcelas y zona de lavado y mantenimiento ligero de los transportes.

En la planta -2 se ubican las 28 dársenas que rodearán una zona central acristalada de espera para los viajeros con una puerta individual para cada bahía donde espere el autobús. Además, en un lateral se crearán dos plazas de estacionamiento más para unidades VIP con acceso independiente desde la planta superior para estos viajeros especiales.

Este nivel, el -1, es el entresuelo o mezzanina y también contará con la línea de taquillas, el acceso controlado a las dársenas, las oficinas y dirección de la terminal, además de la conexión directa con el hall de las estaciones de metro y Renfe de San Mamés a través del mismo acceso operativo hasta el cierre hace poco menos de un mes de la vieja terminal.

En cuanto al peculiar inmueble, de estructura similar al edificio del Paraninfo de la UPV/EHU en Abandoibarra, tendrá una edificabilidad de 25.000 metros cuadrados.

Su planta baja será el acceso a la Termibus tanto desde la plaza abierta al frente como por la fachada trasera de la calle Gurtubay. La galería peatonal mencionada, de ocho metros de ancho, diáfana y recta, será a todos los efectos una prolongación del espacio urbano abierto. Estará rodeada de varios comercios, incluyendo una cafetería, y todo el conjunto tendrá una visibilidad óptima desde las calles adyacentes gracias a un frente acristalado de 66 metros de largo abierto a tres direcciones.

Por encima, la primera planta estará destinada a equipamientos como un gimnasio y otros usos comerciales. Y de la segunda planta a la undécima se levantarán dos alas de casi veinte metros de ancho; una de ellas, la que mire al hospital, para la residencia de universitarios cuyas facultades están cerca; la otra, con fachada a los rascacielos, para un hotel que atienda la demanda de los flujos de viajeros de la Termibus o el aeropuerto que seguirá teniendo conexión directa a través de Bizkaibus.