EL arqueólogo e historiador laudioarra Juanjo Hidalgo, por un lado, y los miembros del Departamento de Etnografía de Aranzadi, Javi Castro e Iñaki García Uribe, por otro, coinciden en afirmar que el origen de la voz Orozco se sitúa en el solar que alberga la Casa Torre Torlanda, restaurada recientemente y que se alza imponente justo antes de uno de los principales accesos por carretera al barrio de Zubiaur desde la BI 2522.

Hasta hace poco, la teoría dada por buena era la defendida por el excura e investigador Pedromari Ojanguren y que incluso apareció reflejada en 1997 en el libro Paseos por Orozko escrito conjuntamente con García Uribe. Su interpretación era que el nombre del municipio procedía de la campa judadera de Larrazabal, en el barrio de Jauregia y que se encuentra localizada detrás del Palacio de Epalza. La tesis se sustentaba en una cita extraída del diccionario de la Real Academia de la Historia de 1802 (tomo II, pag. 214) que relataba que cuando ocurre algún caso grave hay junta general del valle en el campo de Larrazabal, donde estuvo situada la antiquísima casa de Orozco”.

Sin embargo, hace unos tres años, Juanjo Higalgo ya puso en duda esa teoría en el transcurso de una visita guiada al municipio en la que señaló a los asistentes el solar de Torlanda como origen de la voz Orozco, una hipótesis que ahora ratifican y suscriben Castro y García Uribe con los datos hallados en tres documentos históricos.

Nueva hipótesis El primero de ellos apareció hace dos décadas, de manera casual, mientras Javi Castro buscaba información sobre la caza de las ballenas en un índice de 900 páginas del Archivo de Oñati correspondiente a Mutriku. Allí encontró la singular historia del rapto de una niña de la familia Lobiano por parte de un Idiacaiz (hoy en día llamados Idiakez) ocurrido en 1596. “También vio una cita sobre los Marqueses de Gramosa, consortes de los Idiakez, referida a la venta del Castillo de Orozco a la familia Lezama Leguizamon, importante linaje de Etxebarri”, explica Iñaki García Uribe que quedó especialmente interesado por este hallazgo tras comentárselo Javi Castro en torno a 2015, año en que ambos se conocieron.

Posteriormente Javi, analizando información sobre molinos del cura etnógrafo alavés, José Iturrate, localizó un acuerdo firmado el 14 de septiembre de 1632 entre Pedro de Larrea y Domingo de Aguirre con el cantero Mateo Ortiz de Veguiuri para la venta “de cuatro piedras de molino extraídas de la Sierra de Gorbeia y que tenían que ser llevadas al Castillo de Orozco, a los edificios que construye Don Pío Ibañez de Segovia Leguizamón”, apunta el investigador ugaotarra residente en Orozko.

En ese momento, los dos miembros de Aranzadi llegaron incluso a barajar que las referencias al Castillo de Orozco correspondían con el Castillo de Untzueta. “Pero sabemos que fue derribado en el siglo XV, tres siglos antes de esa cita, así que no casaba nada”, explican.

Por último, y más recientemente, se ha hallado un tercer documento de 1667 en el que, a lo largo de sus 13 páginas, se vuelve a mencionar al Castillo de Orozco en un convenio ratificado entre las familias de Pedro de Ydiaquez y el Reverendo Padre Gerónimo de San Juan, Rector del colegio de San Andrés de la Compañía de Jesús de la Villa de Bilbao.

La conclusión de Castro y García Uribe es que el solar donde se alza Torlanda es el origen de la voz Orozco porque “las genealogías siempre dicen que los Leguizamon tenían ahí una casa torre que, al igual que otras edificaciones de Euskal Herria, como Butrón, Arteaga o Muñatones, desde el punto de vista arquitectónico alcanzó el nivel de castillo”.