Bilbao - La liberalización del periodo de rebajas impuesto al Gobierno vasco por el Tribunal Constitucional -que permite que cada comerciante elija la fecha en la que implantar los saldos- deja tras de sí un panorama anárquico en las calles comerciales de Bilbao. Términos como descuentos especiales, ofertas o promociones navideñas se suceden en los escaparates de tiendas que optan por encubrir unas rebajas que oficialmente iniciarán el próximo sábado, día 7 de enero, como marca la tradición. Mientras algunas cadenas han aprovechado la coyuntura para sumarse sin eufemismos a las rebajas que sus homólogos inician el 2 de enero a nivel estatal, otros comercios optan por respetar rigurosamente la campaña de Navidad sin reducir el precio de sus artículos.
El comportamiento dispar aplicado por los establecimientos ante el nuevo contexto en el que las rebajas vascas dejan de estar blindadas provocó ayer una estela de consumidores aturdidos en zonas comerciales como el Casco Viejo. “Este año está costando más vender, nuestro objetivo es animar la venta”, afirmaba Marijose Delgado, dependienta de la tienda de ropa Sin Límite, que luce estos días un cartel que anuncia descuentos del 20% en todo el género. Según expuso, iniciarán las rebajas a partir del sábado, aunque el porcentaje de abaratamiento será el mismo. “En realidad estamos de rebajas aunque no hayamos aplicado el término”, indicó la dependienta, quien añadió que será en las últimas semanas de enero cuando los descuentos aumenten aún más.
Desde la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo aseguran que la actitud mostrada por los comerciantes es indicativa de su pluralidad. “Todo el mundo hace ofertas y promociones, es algo estipulado. Pero la palabra rebajas tiene otras connotaciones”, consideró Xabier Olmo, miembro de la junta directiva de la asociación, quien afirmó que las rebajas no deberían existir en cualquier época, sino que su función consiste en dar salida al stock para dar inicio a una nueva temporada. “Cuando uno abre la veda comercialmente, si es competidor tuyo estás abocado a hacer algo que va en contra de tus criterios y que incluso te puede dañar”, opinó Olmo.
Rebajas, palabra clave El efecto contagio de las promociones era palpable en el centro histórico de la villa. Tiendas como Springfield o Women’s Secret, ambas del Grupo Cortefiel, utilizaban como anzuelo descuentos del 50% o hasta del 70%, respectivamente; mientras tanto, comercios con más arraigo como Ayestaran o Itziar exhibían saldos del 20%. Resistiéndose a emplear la palabra clave, rebajas, gran parte de las tiendas del Casco Viejo tienden a ofertar sus productos durante periodos prolongados para llamar la atención del cliente.
“Al no llover apenas no se ha vendido lo que se tenía que vender”, señalaba Cristóbal Torrado, de la zapatería Walking, donde todo el calzado estaba en oferta. Según afirmó, iniciativas como Black Friday funcionan muy bien, pero ello supone que en las semanas previas apenas se venda. Algo similar ocurre antes del periodo de rebajas, lo que han intentado solucionar a golpe de descuento. Sin embargo, tampoco han captado el interés de los consumidores como esperaban. “Mucha gente no compra porque cree que va a haber más rebajas a partir del 7 de enero, pero vamos a mantener los precios”, revelaba Torrado.
Por el contrario, en Calzados Ercilla, donde ya exhiben el cartel de rebajas, la venta estaba más animada; no tanto como podría pero lo suficiente para dejar patente que la palabra rebajas es el incentivo más arraigado en el subconsciente del consumidor. “La gente se tiene que habituar a que haya rebajas en otras épocas, aunque será el día 7 cuando se notará más gente”, opinó Virginia Aranburu, encargada del comercio que inició las rebajas el pasado jueves tras un otoño en el que no han podido dar salida a las botas de agua y a la sección de Gore-Tex por las escasas precipitaciones.
En la calle Bidebarrieta las dependientas de la tienda de moda infantil Mayoral afirmaban que la decisión de iniciar las rebajas con un 50% de descuento el día de ayer llegaba desde Madrid. Lo mismo revelaban en la cadena Benetton, en la Gran Vía. “Facilita el trabajo a nivel estatal con los cambios y las devoluciones”, explicaba Virginia Álvarez, responsable de la multinacional italiana en varias provincias del norte, refiriéndose a cómo hasta ahora en otras comunidades comenzaban las rebajas el 2 de enero mientras ellos debían esperar unos días más. No obstante, reconocía que para el cliente bilbaino aún es pronto: “Se pierde el efecto del primer día de rebajas, ya no es como antes”.
Grandes enseñas “Algunos comercios han aprovechado para igualarse a nivel estatal y marcar la misma estrategia. A mí me parece un error”, consideraba Jorge Aio, gerente de la asociación Bilbao Centro sobre esta maniobra que podría emplearse sin utilizar el término rebajas. “Son decisiones empresariales que en muchos casos no se toman aquí”, añadía Aio, quien afirmó que la gran mayoría de las tiendas han mostrado su intención de respetar el inicio de rebajas. “La percepción de adelanto de rebajas estaría marcado si las grandes empresas decidieran llevarlo a cabo, quitándole fuerza a las propias rebajas. Pero desperdiciar un momento de tirón comercial como la Navidad es contraproducente”, consideró.
Por el momento, parece que gigantes textiles de la moda como Inditex, Mango o H&M, establecidas en la Gran Vía, esperarán al periodo de rebajas. Lo mismo que El Corte Inglés. “Continuaremos con las fechas tradicionales de las rebajas, del 7 de enero al 28 de febrero, igual que en el resto de las comunidades autónomas”, aseguraba Carmelo Lezana, responsable de Relaciones Externas de los grandes almacenes. Eso sí, aquellos que frecuenten su céntrico edificio de Abando encontrarán estos días una promoción llamada Feliz 2017 que modifica los precios de todos los artículos a la baja.
En palabras de Jorge Aio, la dinámica que se plantea en la ciudad es similar a la de otros años. Por lo menos de momento. “Hemos comunicado a los comerciantes sobre la liberalización, pero todo ha sido muy de sopetón”, expuso sobre el Real Decreto hecho público en el BOE por el Alto Tribunal, con intención de “impulsar el sector del comercio”. Una medida que no ha convencido al sector que lo considera perjudicial, frente a la protección ofrecida hasta ahora por el Gobierno vasco, que regulaba dos periodos oficiales de rebajas, uno en invierno y otro en verano. “El comercio pequeño, sobre todo, considera que es una agresión teniendo en cuenta que alrededor de un 30% de su facturación se da durante las rebajas”, añade Aio.
Desde Bilbao Dendak aseguraban ayer que aplicar el decreto “es una decisión empresarial en función de las políticas comerciales”, por lo que no les consta cuál es la intención de cada comerciante. “Es el primer año y se ha hecho público hace unos días la limitación existente, a partir de ahora cada uno decidirá cuándo lo va a poner en función de su interés”, manifestaban desde la asociación sobre una liberalización comercial cuya tendencia en los próximos años es difícil de predecir.