Valentín González: “El vecino de Ermua es muy fiestero”
Ermua - Ligado a la vida deportiva de Ermua desde hace más de 35 años, Valentín González fue uno de los fundadores y presidió el desaparecido Club Balonmano Ermua. Además, lleva más de quince años como masajista en el equipo de fútbol local, por lo que ha perdido la cuenta de cuántos deportistas han podido pasar por sus manos. A sus 62 años, se queda con la amabilidad de los vecinos y el buen ambiente que reina en las calles.
¿Qué tiene Ermua que no tengan otros municipios?
-Mucha juventud y alegría. Se nota la presencia de la gente joven en las calles y eso se traduce en un muy buen ambiente en el día a día.
¿Cómo lo definiría?
-Ermua es un pueblo sano que se caracteriza por ser grande y pequeño a la vez. Nos conocemos todos y la gente siempre está predispuesta a ayudar cuando hace falta.
Cuando quiere evadirse, ¿a qué rincón se escapa?
-Todos los domingos subo a la presa andando. Son doce kilómetros, ida y vuelta, para disfrutar de un paseo en plena naturaleza que te permite desconectar. Recuerdo cómo antes Ermua se suministraba de agua con esta presa.
¿Es Ermua un pueblo deportivo?
-100%. Los pequeños tienen numerosas alternativas y disfrutan practicando su deporte favorito. Equipos de fútbol de chavales puede haber unos veinte y el balonmano también lleva años muy presente.
¿Qué sería de Ermua sin el balonmano?
-Que las chavalas no harían deporte, porque es prácticamente lo único que hay para ellas. Tampoco quiero olvidarme del atletismo gracias al trabajo que lleva desempeñando muchos años Antonio con la cantera.
¿Por qué tiene tanta aceptación el balonmano en Ermua?
-Porque se llegó muy arriba y había muchos equipos de chavalas. El Ermua de balonmano antes de desaparecer competía a nivel nacional y fue después cuando surgió el actual Errotabarri.
¿Cuántos deportistas han pasado por sus manos?
-He perdido la cuenta porque pueden ser miles. Hay días que atiendo hasta a veinte deportistas y todavía subo al campo a tratar a los chavales.
¿Con qué se queda de todos estos años ligados al deporte?
-Con el cariño que me transmite tanta gente. El salir a la calle y ver a aquellas chavalas del balonmano, ahora con sus hijos, y que te saluden con ese cariño es impagable. Pasear por la calle y que tantísima gente se acuerde de ti, y poder mantener ese vínculo es precioso. Todo esto también se lo debo a mi mujer, María Luisa, que es la que me ha permitido y acompañado muchas veces todos estos años.
Numerosos deportistas de élite son de aquí. ¿Cuál puede ser el motivo?
-Que son muy constantes y el deporte está muy arraigado en el municipio. Ermua ha contado con profesionales en balonmano, fútbol y ciclismo, entre otros deportes.
¿Una visita obligada para el turista?
-La plaza Cardenal Orbe. Es el punto de encuentro para muchos y donde se realizan numerosas actividades.
En lo gastronómico, ¿qué nos recomienda?
-Cualquier barra de pintxos. Ermua se ha convertido en un referente en esta faceta y eso se refleja en el prestigioso concurso de pintxos que organiza.
¿A qué sabe Ermua?
-A juventud.
Defina al ermuarra.
-Una persona muy amable, abierta y que siempre está dispuesta a ayudar.
Al ermuarra se le tacha de fiestero. ¿Está de acuerdo?
-Totalmente de acuerdo (risas). Somos muy fiesteros. La gente está esperando a que llegue el fin de semana para salir y eso se nota.
¿Qué le parecen las fiestas?
-Después de los Sanfermines, las mejores. Son una fiestas con actividades para todo el mundo y lo bonito es ver la implicación de todo el pueblo y como participan en la programación. Por esto los Santiagos son unas fiestas tan grandes.
¿Qué conserva el Ermua de hoy con el que conoció en su infancia?
-El buen ambiente y la amabilidad de sus vecinos.
¿Qué le diría a una persona que todavía no conoce Ermua?
-Que venga a las fiestas de Santiago, que va a alucinar.
fundador del club balonmano Ermua y masajista en club de fútbol local