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“Después de cuatro años intentándolo, necesitaba comprar el primer premio: me corre por las venas”

Recorre Euskadi organizando discotecas con su tráiler, pero ayer cumplió uno de sus sueños: comprar el queso premiado en Gernika

“Después de cuatro años intentándolo, necesitaba comprar el primer premio: me corre por las venas”

gernika - ¡Por fin ha conseguido llevarse el primer premio de la feria!

-Sí. Llevo ya cuatro años en busca del primer premio y ya necesitaba cogerlo, porque corría por mis venas.

¿Por qué quiere alguien llevarse esta subasta de medio queso?

-Yo me muevo en los medios de comunicación y sé lo que valen una cuña de radio o de televisión. Sé lo que cuesta. Una portada en un periódico de la provincia puede valer varios miles de euros. Al final, con 5.000 euros me llevo una aparición en prensa bastante abrumadora y es una buena oferta. En cuanto a marketing no hay nada mejor.

¿Se pasa mal con los nervios durante la subasta?

-No tanto porque estoy acostumbrado a estas cosas. Ya llevo varios años pujando en el Último Lunes de Gernika y te acostumbras. Pero no se puede mentir. La verdad es que un poquito de nervios sí que he tenido.

Durante la subasta usted estaba grabando imágenes como presentador para una televisión. ¿Puede compaginar las dos cosas en un momento así?

-Efectivamente. Este año tengo la suerte de poder estar en Oizmendi Telebista. Ahora tendré un nuevo proyecto en televisión, porque a partir del mes de enero estaré también en Neox. En momentos como el de la subasta hacer un poco de bombo y platillo viene muy bien. Hay que retroalimentarse a base de publicidad.

¿Le ha salido alguna vez una merienda tan cara como esta?

-Sinceramente, nunca. Son 5.100 euros por una merienda que haré con mi familia, por supuesto. A la cual, por cierto, adoro. Ya que lo he pagado, lo comeré muy poquito a poco para que no se me atragante. Cada trocito me va a salir a cien o doscientos euros.

Ahora le van a salir amigos por todas partes para probar un pinchito de este queso...

-No lo dude. A los amigos de verdad, ¡claro que les voy a dar un cachito para que lo prueben!, pero a los conocidos, no. Amigos de verdad solo tengo dos, así que no tengo problema en compartirlo con ellos.