La suerte del practicante

EN el trepidante mundo de los deportes, prever lo que puede ocurrir es casi tan importante como lo que realmente ocurre, dijo Bob Costas, legendario periodista neoyorkino. El nombre de los ganadores de la XIII edición del Torneo de golf Riozuri Oki, desde donde los hermanos Rafael, Luis Ángel y Gonzalo del Río llaman, año tras año, a las tribus del golf era imprevisible. No por nada, este es un deporte de intuiciones y momentos, de días felices y otros aciagos. Ayer, ya digo, era un imposible saber quiénes iban a coronarse sobre el césped del Club Deportivo Ganguren Golf. Lo lograron Iñaki Abarrategi y Leopoldo Sánchez Cabrera, una pareja con swing. “Y diga usted también que con el santo de cara”, me chistó una voz a la espalda, entre bromas y veras. Fue entonces cuando le recordé...

¿A quién?, se preguntarán algunos de ustedes. Al mismísimo Arnold Palmer, uno de los tres integrantes de la santísima trinidad laica del golf (Jack Nicklaus y Gary Player completan el santoral...), y un hombre cabal al que le atribuyen una sentencia tan certera como un albatros (un hoyo en uno, para los no iniciados...): “Cuanto más practico más suerte tengo”, dijo.

El manual de los buenos modales me obliga a decirles que ni a los hermanos Del Río ni a los participantes que acudieron al torneo les importaba el laurel sino la convivencia entre empresarios y profesionales liberales y el disfrute de una hermosa y sportiva matinal... ¡Y un cuerno! Ese fue el alegre y agradable consuelo pero cada quien y cada cual guardan en su interior la esperanza de... Ya me entienden.

Testigos de la mañana fueron, además de los citados, Rafael del Río padre, orgulloso patriarca de la familia; Francisco Malvar, el notario Juan Ignacio Bustamante, Daniel Granados,Juan Manuel Arzuaga, los hermanos Toribio y Ángel Martín, luminosos en su juego; Luis Saitua, Jorge Barturen, Mario Múgica, Eduardo Vallejo, José Miguel Ruiz, Antonio Gil, José Antonio Lamberti, Eduardo Martínez, Juanjo González, Esteban Terán, al frente del tentempié de la casa de campo, dicho sea con permiso en días como el de ayer con los refuerzos de Enrique González, Itziar Corcuera y Juanma Díez, hecho todo un samurai con el cuchillo jamonero; Juan José Charcán y Joseba Maruri entre otros. Quienes de entre ellos jugaron, ya digo, lo hicieron con la férrea voluntad de hacerse con el oro de la mañana o de mejorar su hándicap, todo un trofeo para los asiduos.

Como preámbulo al reparto de trofeos hubo un sorteo benéfico de un cuadro de Ángeles Camuña pro-ONG y pudo verse en acción una impresora 3D de Olivetti. Dan fe de lo que digo Patricio Valiño, Javier Urgoiti, Enrique Plaza, Ángel Seco, Ovidio Soto, Ager Intxausti, Guillermo Madina y un sinfín más.