Cuando Mafi empezó a moverse despertó la ternura de los alumnos del centro San Viator que se encontraban en la sala. Se desplaza utilizando una especie de andador colocado en las patas traseras. Se lesionó al caer por una ventana y “entonces su dueña decidió que no podía hacerse cargo de él”, contó Esti, miembro de la protectora de animales SOS Bilbao. Además de salvarle del sacrificio, quienes le recogieron aprendieron a través de su historia y la de otros animales abandonados el valor de “un compromiso personal no remunerado que trae muchas alegrías”. Así definió el voluntariado Sara, también componente de la asociación. El Ayuntamiento de Sopuerta abordó esta labor altruista desde las perspectivas de Gorabide, la Cruz Roja, la mencionada protectora animal, el Banco de Alimentos y el grupo escaut de Sopuerta con el objetivo de que los adolescentes sigan su ejemplo de colaboración desinteresada.
“Desde un templo de la solidaridad como San Viator, impulsado por la familia Quintana Zabala”, según recordó el alcalde, Emilio Reina, Verónica, en representación de Gorabide -que tiene una residencia en la localidad- pidió visibilidad para las personas con discapacidad intelectual. “Para su autoestima es muy importante que se vean incluidos como parte de la sociedad”, recordó. Las actividades que Gorabide lleva a cabo con la colaboración de cientos de voluntarios ayudan. Ya se preparan para el programa cultural y deportivo de la temporada de invierno, que empezará el lunes.
La maratón alpina Galarleiz de Zalla, las riadas en el curso del Kadagua, búsquedas de montaña... el despliegue de la Cruz Roja en Enkarterri abarca numerosos eventos, pero también clubes de tiempo libre, programas de apoyo escolar durante el curso o recogida de material para acudir al colegio”, resumió Isabel, que se plantea como reto “trabajar más con gente mayor en una comarca tan dispersa como Enkarterri”. Todo para “ir creando ese gusanillo del voluntariado, que los chavales nos vean desde la infancia”. Formación teórica y práctica y simulacros refuerzan la preparación de los voluntarios. “Alrededor de 130 personas participan en el día a día del Banco de Alimentos, que proporciona comida a 32.000 personas”, señaló Teresa, colaboradora de la entidad, que próximamente promoverá otra gran recogida solidaria en territorio vizcaino.
“Sabemos que no podemos rescatar a todos los animales del mundo, que puede que alguno muera o que nos lo devuelvan después de haberlo adoptado, pero afrontamos esta labor desde un punto de vista positivo”, comparte Sara. Desde la Asociación Protectora de Animales SOS Bilbao, creada en 2003, consideran que la colaboración enriquece a los jóvenes voluntarios.
En el grupo escaut de Sopuerta varios adolescentes dieron el paso, animados por un profesor de San Viator, y buscan “monitores, gente interesada en invertir dos horas a la semana, los sábados entre las 16.00 y las 18.00 horas”, trasladaron para cerrar la jornada. “Esperamos repetir el encuentro en el futuro y quién sabe si ver otra vez a alguno de vosotros, pero hablando de vuestra experiencia como voluntarios”, se despidió el concejal Fabio Cavaliere.