Artzentales - Borja Nieto partió con cierta ventaja en la carrera del campeonato del mundo de enduro que rodó por Gordexola, Güeñes y Zalla el pasado mes de julio, porque él conocía mejor que sus rivales el “espectacular” circuito de la prueba. Pocos territorios garantizan tanto espectáculo como el que brindaron los mejores pilotos del panorama. Y entre ellos estaba el deportista de Ar-tzentales, de treinta años. Desde que se subió a una moto por primera vez a los diez años progresa con su talento como mejor credencial, el que le ha valido el triunfo en diez campeonatos de Euskadi.
A los mandos de una Husqvarna de 350 centímetros cúbicos y cuatro tiempos perfecciona su “técnica y velocidad” en el circuito de motocross que tiene el motoclub Zalla Off Road entre Zalla y Balmaseda” que le prepara para las diferentes circunstancias que se pueden presentar en carrera. “Si algo tiene Enkarterri es que con la lluvia que cae gran parte del año se acumula barro”, lo que pone a prueba su habilidad. Tras aquella vuelta que le descubrió un mundo apasionante de la mano de su padre, en la comarca pronto advirtieron que Borja reunía las cualidades para llegar lejos. Y así fue. A los 16 años debutó en una competición oficial.
Lo que nunca imaginó es que llegaría a correr un campeonato del mundo en casa. Un sueño hecho realidad que revive de vez en cuando y guardará como uno de los hitos de su trayectoria. “Se acercaron muchos conocidos a verme. El hecho de que te animen reconforta y la verdad es que se generó un ambiente bonito”, señala. Además, “participé en la organización de uno de los tramos especiales”. Comercios y establecimientos de hostelería de la comarca dieron la bienvenida a la comitiva motera con banderas conmemorativas de la competición, que estableció su cuartel general en Gordexola.
La adrenalina del campeonato y los ánimos de los aficionados que arroparon al piloto de la comarca insuflaron a Borja energías para ofrecer lo mejor de sí mismo. Y eso que no pudo evitar que el circuito le infundiera respeto.
En Forma “Ves esas cuestas y te preguntas si podrás subirlas”, reconoce. Los motoclubes Zalla, Zalla Off Road y Aiala unieron fuerzas para diseñar un trazado que se adentró entre bosques de pinos, con otros obstáculos añadidos a los naturales de paredes de piedras y raíces, en un perfil ya de por sí escarpado. Otro test en el barrio del Carmen, junto a la estación de Zalla, y otro reto en la zona de Orbijana, Güeñes, sobre un antiguo circuito de cross, modelaron un torneo de categoría mundial. Aunque la moto puede alcanzar hasta 120 kilómetros por hora, “la media por el monte oscila entre los cincuenta y sesenta”. Y es que en los tramos de mayor desnivel los deportistas se ven obligados a cargar con la moto a cuestas. De ahí que la forma física en la que afrontan las pruebas resulte crucial. “He tenido suerte con las lesiones, pero el cuerpo sufre. En especial, las rodillas. Por eso hay que reforzar el entrenamiento en el gimnasio”, señala.
Con la experiencia que lleva a la espalda y una correcta preparación, está convencido de que todavía le quedan por delante unos años a pleno rendimiento antes de dejar sitio a los jóvenes, que “ya vienen pisando fuerte”. “Más o menos hasta los 35 años se puede competir al máximo nivel”, afirma el piloto encartado. Actualmente, Borja se prepara para acelerar el paso en una nueva temporada en la que “seguiré participando en los campeonatos de España y Euskadi”. Lo compaginará con su trabajo en el concesionario que la marca Husqvarna tiene en Bizkaia, que le permite respirar motor también cuando se quita el casco.