BILBAO. Alrededor de 1.050 personas fueron admitidas para poder realizar ayer el examen de la Oferta Pública de Empleo (OPE) de bomberos de la Diputación foral de Bizkaia, con el fin de optar a las 60 plazas ofertadas para el presente año. En esta convocatoria de empleo público acudió el diputado general de Bizkaia, Unai Remeteria, junto a la diputada foral de la Administración Pública, Ibone Bengoetxea, para mostrar su “apoyo y ánimo” a todas las personas que se presentaron ayer a la prueba. “Es importante que vengan muy preparados porque estarán al servicio de todos los ciudadanos. Su futuro es nuestro futuro”, apostilló Remeteria. En la misma línea, resaltó que el servicio de Bomberos “es muy importante” y por eso, desde la Diputación se está “consolidando y estabilizando” los puestos de trabajo público. “La situación, lógicamente, se mejora con este tipo de puestos”, aseguró.

Durante la mañana de ayer, en el BEC de Barakaldo, solo se respiraba tensión. “No puedo articular palabra. Estoy muy nervioso”, confesó Alex Agirregomezcorta a DEIA, segundos antes de entrar por la puerta del Pabellón número 3, donde se realizó la prueba. Llevaba preparándose año y medio “para poder darlo todo” ayer y además, es la tercera vez que lo intenta. “En estos momentos creo en cualquier milagro”; pero, si algo tiene claro este joven es que “quien algo quiere algo le cuesta. Si no lo consigo este año, lo seguiré intentando las veces que haga falta”, confesó.

Junto a él se encontraba Javier Sánchez, a quien conoció minutos antes de comenzar la prueba. Este joven de 30 años lleva presentándose cinco años al examen. “Me he apuntado con mis compañeros de trabajo y han sido ellos los que me han obligado a venir. Al final, combinar el trabajo con las oposiciones es muy difícil y se necesitará una media de cinco a ocho años para conseguir aprobar”, confesó Sánchez.

Cuestión de suerte

No todos eran expertos en realizar las pruebas de la OPE. Mikel Villalonga era la primera vez que se presentaba a este examen y, a pesar de confesar a DEIA que comenzó a estudiar cuatro meses antes, “siempre hay que ser optimista”. “He estudiado lo que he creído que era más importante, pero nunca sabes lo que va a entrar”. Además, en palabras de este joven bilbaino de 27 años, seguirá intentándolo “las veces que haga falta” porque cree que es la mejor manera de conseguir el trabajo con el que siempre soñó. “Desde pequeño siempre me imaginé ejerciendo esta profesión y, cuando de mayor ves que se puede convertir en realidad, luchas lo que haga falta”. Además, aseguró que durante el examen la gente estaba “muy concentrada”. “Se podía ver cómo salía humo de la cabeza de algunos”, prosiguió bromeando.

Quedaban apenas 15 minutos para que finalizase el examen, cuando la gente comenzó a salir del auditorio. “Pfff, las preguntas han sido un poco rebuscadas. Pero la esperanza es lo último que se pierde”, confesó Villalonga. Muchos salieron del examen comentando que había sido “mucho más difícil que en años anteriores” y, junto a algunas caras de tristeza y desilusión, destacaron las pocas sonrisas con las que salían algunas personas. “Salgo con la sonrisa nerviosa. Es verdad que ha sido mucho más difícil pero creo y espero que me haya salido mejor que la vez anterior”, confesaba Ángela Montero, una de las 25 mujeres que se presentaron ayer a la OPE de Bomberos conductores. “Es la segunda vez que me presento pero he pasado muchos más nervios que la vez anterior. Espero que no me hayan jugado una mala pasada”, explicó. Precisamente, por los nervios, confesó a DEIA que no se acordaba de ninguna de las “tropecientas” preguntas que habían metido en el examen. “Que sea lo que tenga que ser”, suspiró.

Como esta joven bilbaina, también hubo varias personas que salieron con una sonrisa de oreja a oreja de la prueba. Es el caso de Joseba Cordero que, a pesar de admitir que había sido “un examen duro”, está seguro de que este año “será el definitivo”. “Han metido muchísimas preguntas legales y con algunas otras han ido a pillar pero, en general, he salido muy contento”, explicó recién salido del examen. Es la tercera vez que oposita para bombero y también piensa que ha sido el examen más complicado, pero para este joven, lo importante “es no darse por vencido nunca. Dicen que a la tercera va a la vencida y en mi caso creo que así será”, confesó.