El Bilbao del futuro
El avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la villa ilustra cómo será el devenir de la ciudad en las próximas décadas a través de proyectos que serán sometidos a la opinión pública
Bilbao - El motivo por el que la transformación de Bilbao, derivada del llamado efecto Guggenheim, suscita tanta curiosidad entre las delegaciones internacionales que llegan a la villa a observar de cerca su metamorfosis urbanística es el hecho de haber realizado una planificación a largo plazo consiguiendo llevarla a cabo. Lo dice Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana del Ayuntamiento de Bilbao, quien defiende que ha llegado el turno de que una “segunda transformación”, guiada por las líneas de actuación descritas en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), modifique el aspecto de la villa para satisfacer las aspiraciones en la mejora de la vida de todos los bilbainos.
El avance del plan, un borrador inicial que esboza las pautas que dictaminan cuál sería el camino a seguir, es el primer paso del programa que definirá el futuro de Bilbao en los próximos 15 o 20 años. Trincheras ferroviarias que desaparecerán, universidades que se ampliarán, zonas de esparcimiento naturales que se crearán... Son algunos de los ambiciosos proyectos que se someterán a debate, porque la intención del Consistorio es que el borrador se enfrente a la opinión pública a través de un Proceso de Participación Ciudadana (Bilbao Aurrerago) que se llevará a cabo a partir de septiembre, antes de que el documento se dirima entre los grupos políticos municipales.
“Estamos diseñando la ciudad para la próxima generación y, por lo tanto, tiene que ser un proyecto lo más consensuado posible, integrador y cohesionador de la ciudad, que aúne el mayor número de opiniones y voluntades”, declara a DEIA Asier Abaunza, quien considera primordial que el borrador sea capaz de ilustrar cómo será la ciudad en un horizonte temporal del mismo calibre que el que determinó el último plan. “Aquella planificación que se hizo en 1995 -en referencia al PGOU que sigue vigente- no eran castillos en el aire, era un proyecto bien pensado y viable. Durante estos 21 años lo hemos llevado a cabo. Ahora, nuestra intención es hacer lo mismo, con una planificación a largo plazo, ambiciosa y ejecutable”, considera.
El fin es que los grandes proyectos de ciudad -como algunos de los ideados en el avance descritos abajo- se desarrollen de forma paralela a los planes específicos de Zorrotzaurre o de Punta Zorrotza, mientras la ciudad experimente un crecimiento sostenible, con la construcción de un mínimo de 7.958 y un máximo de 15.916 viviendas.