Manuel admira el bosque de oma sin barreras
La asociación Azeri acerca a una persona con dificultades de movilidad a la obra de Ibarrola El colectivo prepara visitas en sillas adaptadas a otros enclaves
Kortezubi - La asociación Azeri Natura Guztiontzat acercó ayer por la mañana a una persona con diversidad funcional hasta el bosque pintado de Oma con la ayuda de una silla adaptada a las circunstancias del terreno.
“Estoy encantado y la verdad es que este es un lugar muy bonito” comentaba Manuel Peláez rodeado de los árboles policromados que forman diversas figuras salidas de la imaginación del artista Agustín Ibarrola. Era la primera vez que Peláez visitaba el turístico paraje, ya que hasta ayer le era imposible llegar. La experiencia que le llevó hasta el bosque ubicado en la localidad de Kortezubi es otro de los retos completados con éxito por una pequeña cooperativa dedicada a acercar la naturaleza y la cultura de Euskadi a las personas con algún tipo de diversidad funcional. “Estamos organizando una serie de salidas; buscamos lugares emblemáticos de Bizkaia para intentar fomentar el uso de la silla Joëlette, -una silla adaptable a todo tipo de terreno, con una sola rueda que permite que una persona con movilidad reducida pueda hacer recorridos por suelos no adaptados con la ayuda de tres o más personas acompañantes que la conduzcan- y acercar la naturaleza a apersonas con dificultades de movilidad”, detallaba Xabier Solorzano, miembro de la asociación Azeri.
Hasta ahora han subido a montes como el Pagasarri, Oiz, Urkiola o Gorbeia haciendo posible que gente con diversidad funcional pueda conocer esos lugares y ofreciendo la misma oportunidad de llegar a enclaves que muchas veces son inaccesibles para ese segmento de la ciudadanía. Una vez alcanzada la pintoresca arboleda Solorzano comentaba que, “hoy ha salido todo perfecto, el paseo es muy bonito y estamos muy contentos de haber podido llegar a un sitio mágico”. Tras acceder hasta la ermita de San Juan de Gaztelugatxe el pasado mes de junio, el trayecto hasta el bosque de Oma ha resultado un poco más sencillo, aunque no exento de dificultades. “Pensábamos que nos iba a costar mucho el inicio y no ha sido así; hemos ido bastante bien porque el terreno está mucho mejor de lo pensábamos”. La parte más ardua para moverse con la silla adaptada fue el último tramo que da acceso a los árboles pintados, ya que hay que sortear unas escaleras bastante pronunciadas y la lluvia caída ayer a la mañana no ayudó a la labor. “Nos ha costado un poco bajar las escaleras porque además estaban un poco mojadas, pero ha ido muy bien”, describió.
MÁS AYUDAS Azeri Natura Guztiontzat nació hace dos meses con la idea de trabajar para diseñar actividades, rutas e itinerarios en los que poder emplear material adaptado y superar los obstáculos físicos que pueda presentar la naturaleza. Aunque ponen todo el empeño en su cometido, creen que por parte de las instituciones también se podría realizar algún esfuerzo por adaptar ciertos lugares a la gente con movilidad reducida, tal y como ocurre en otros sitios. “En parajes como el pirineo catalán hay por lo menos un recorrido adaptado, en el que estas personas pueden ir por sus medios sin contar con la colaboración ni la ayuda de nadie” comentaba Solorzano. “Creemos que Euskadi y Bizkaia en este caso se están quedando un poco atrás y que debería de hacerse un esfuerzo o contar por lo menos con un servicio como el que nosotros prestamos; así la inversión seria mínima y no se alteraría el entorno”, argumentó.
La asociación no ceja en su objetivo de afrontar retos y el siguiente lo llevarán a cabo la semana que viene, con la mente puesta en subir a las campas de Arraba, en el corazón del parque natural del Gorbeia; y esperan llegar hasta el nacimiento del rio Nervion. Manuel Peláez también se muestra dispuesto a repetir; “yo me apunto a lo que sea y por eso cuentan conmigo” se ofreció. Así, con la ayuda de todos, confían en que todas las personas accedan a todos los sitios del entorno.