Galdakao - Los Santakurtzak 2016 de Galdakao se van acercando poco a poco. Todavía no se conoce el programa festivo, pero lo que sí es seguro, es que ya hay pregonera. La directora del Coro Máximo Moreno, Belén Madariaga ha sido la afortunada para dar inicio a las fiestas patronales de su pueblo. Un honor bien merecido y que los galdakoztarras han otorgado a esta mujer apasionada del canto y la música. No en vano, Madariaga fue la que recibió más votos en el proceso de participación ciudadana abierto por el Ayuntamiento de la localidad.

Actualmente compagina las clases de canto y coro, en la Escuela de Música Municipal Máximo Moreno, en la que es directora del coro Máximo Morenoren Abesbatza, con la dirección del coro Gurutzeko Abeslariak. También con la dirección y el canto en el Coro de Cámara de Galdakao, Los Tonos Humanos. Por si esto fuera poco, es integrante, esta vez como cantante, del grupo barroco Aula Boreal, que interpreta obras del Barroco Hispánico e Hispanoamericano con instrumentos originales.

Desde muy pequeña, el canto le apasionó. “Yo siempre me recuerdo cantando”, explica con una sonrisa. Y la música la lleva en el ADN. Su abuelo Ángel Madariaga era acordeonista e iba de pueblo en pueblo y de romería en romería. Fue él, quien enseñó al aita de Belén a tocar, y ese acordeón estuvo presente en casa durante toda su niñez, “muchos años”.

Esta profesora de canto sintió en el instituto que eso era lo que quería hacer, quería estar cerca del canto, de la música. Precisamente fue una profesora suya la que intentó formar un coro para cantar en Bilbao y al que, Belén y otras alumnas no dudaron en apuntarse e incluso a utilizar sus recreos para “aprender las distintas voces y poder ir al concurso”. Más tarde, “al finalizar ese curso comencé a cantar en el Coro Zaletasuna, cuyo director Máximo Moreno confió en mí en muchas ocasiones para cantar las partes solistas”, recuerda emocionada. También formó parte de varios grupos de folk. Una todo terreno que tras estos pasos, decidió aprender “música en serio”. Y tan en serio, porque inició su carrera musical (canto y violonchelo) en el Conservatorio Juan Crisóstomo Arriaga de Bilbao.

Por tanto, como en la actualidad, siempre ha compaginado varias tareas en relación a la música. También ahora saca tiempo de donde no lo hay para “llegar a todo”. Su secreto es “una planificación de las horas de trabajo y de ocio, distribuyendo los ensayos en diferentes días con cada grupo, incluidos algunos fines de semana”.

Y es que, sarna con gusto no pica y la galdakoztarra lo tiene claro. “Tengo la suerte de trabajar en aquello que me gusta y mi entrega es total porque mi profesión y mi vocación son la misma”.

Los nervios En septiembre tendrá una tarea extra, la de leer el pregón de fiestas. Un premio y un apoyo que Belén relaciona con su actividad pública en el pueblo. El resultado de estar en “tantos sitios, es que acaba conociéndote mucha gente”. Pero aun así, le sorprendió, “y mucho”. La pregonera de este año asegura que su familia “recibió la noticia tan entusiasmada como yo”. Al igual que sus compañeros de los diferentes coros. Es raro el día que pasa sin que nadie la felicite.

La fecha se acerca y los nervios aparecen. “Empiezo a tener eso que los músicos conocemos como terror escénico”, dice, mientras piensa en que a pesar de que “me pongo muchas veces delante del público, nunca en mi vida me he visto en una circunstancia parecida a esta”.

En cuanto al pregón, no tiene muy claro qué es lo que escribirá. “Me vienen ideas a la cabeza pero está en el aire”. Seguramente, hable sobre aspectos que para Belén son básicos en las fiestas de su pueblo. “Diversión, participación, solidaridad, limpieza, lo menos etílicas posibles y con mucho respeto hacia las mujeres y la diversidad”. Lo que si tiene claro es que, como todos los años, vivirá las fiestas “de una manera muy activa”.