DICE el tango que veinte años no es nada. Pero en este caso, es mucho. Muchísimo. En ese tiempo caben la puesta en marcha de una bodega, quince hectáreas de viñedo, innumerables jornadas de trabajo duro, sueños, ilusiones y miles de botellas de buen txakoli, de ese que entra en boca con alegría y que pone a las papilas gustativas haciendo la ola. Dos décadas ha cumplido la bodega bakiotarra Doniene Gorrondona. Y para celebrar este cumpleaños urge vestirse de largo. Con suma elegancia. Por eso, los responsables de esta firma han lanzado una edición limitada de un txakoli, el Doniene XX, un caldo elaborado exclusivamente con hondarrabi zuri y criado en barrica de roble francés. Esta bodega presentó ayer este nuevo txakoli del que solo se han lanzado 600 botellas y cuyos dorados reflejos son la antesala de sorbos sedosos, que en nariz evocan a membrillo fresco y que son, sobre todo, elegantes, muy elegantes, tal y como señaló ante los presentes la enóloga de Doniene Gorrondona, Itziar Insausti, que es también una de las socias de este proyecto txakolinero.

Fue en 1996 cuando Itziar Insausti, Egoitz Insausti, Andoni Sarratea y Julen Frías pusieron en marcha su bodega en el caserío Gorrondona, sito en Bakio. “En Doniene Gorrondona apostamos por las variedades autóctonas, sobre todo hondarrabi zuri y hondarrabi beltza y hoy día tenemos 15 hectáreas de viñedos, todos en Bakio”, explica.

etiqueta La producción de esta bodega ha alcanzado las 100.000 botellas en la añada de 2015, y de esta producción un 5% ha sido de txakoli beltza. Cuentan con tres tipos de txakoli zuri y un espumoso. A esta familia ahora se une el elegante Doniene XX, un caldo especial por muchos motivos, entre ellos, por la etiqueta que lo viste. Ésta luce una obra del pintor Adolfo Guiard, El aldeano de Bakio, que se expone temporalmente en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Tal y como explica Itziar, la bodega contactó a través de la pinacoteca con el propietario del cuadro que ha dado el visto bueno a que esta imagen de una escena rural de Bakio luzca en las botellas de este txakoli. “Siempre unimos el txakoli con la cultura; tienes que transmitir no solo el vino, también una historia”, narra.

Ayer, un nutrido grupo de personas acudió a la presentación de este txakoli y alzó sus copas por estas dos décadas y por otras muchas que a buen seguro están por llegar cargadas de generosas añadas de caldos bakiotarras. Asistieron, entre otros, el presidente de Bizkaiko Txakolina, Iñaki Aretxabaleta; representantes del Ayuntamiento de Bakio, de la asociación de desarrollo rural Jata Ondo, productores de txakoli de Bakio y de Txorierri, y gentes del sector hostelero, además de amigos de los responsables de Doniene Gorrondona. El dúo Seiren puso melodía a esta cita.

Un brumoso Jata fue testigo del brindis que rubricó los veinte años de esta bodega y su nuevo y elegante txakoli.