Síguenos en redes sociales:

Eugenio Etxebarria, maestro en el arte de adiestrar perros

Eugenio Etxebarria, que abrió en enero el centro Xtrem- dogs en Getxo, ha transformado su hobby en profesión

Eugenio Etxebarria, maestro en el arte de adiestrar perrosBorja Guerrero

EUGENIO Etxebarria aprendió a montar a caballo antes que a caminar. Nació y se crio en el campo, entre animales, en una finca familiar en la ciudad colombiana de Pasto, a 2.800 metros de altitud, cerca de los Andes y de la frontera con Ecuador. Ese contacto con la naturaleza lo seguía manteniendo cuando venía a Euskadi de vacaciones, concretamente a Zeanuri, el pueblo de su padre. En el caserío de sus aitites era el mismo niño “asilvestrado” que se entretenía con el ganado... “y con los perros que me regalaba mi abuela”, recuerda. Pero lo que empezó siendo un juego de niños se ha convertido en su profesión. Desde el 2009, año que se instaló definitivamente en Bizkaia, se dedica en cuerpo y alma a los perros. Primero, como paseante de canes en Bilbao y posteriormente, como profesor y adiestrador canino. En enero de este año decidió abrir un negocio propio de adiestramiento en Getxo. Y aunque es poco tiempo el que ha transcurrido desde entonces, Eugenio está contento. “Estamos teniendo una buena aceptación”, dice. Hasta sus instalaciones acuden clientes deseosos de entenderse mejor con sus mascotas y de sacar el máximo rendimiento a sus habilidades. Todos salen contentos tras un curso o unas clases de adiestramiento: los perros, sus dueños y Eugenio, cuya mayor satisfacción es “cuando ves que el perro se entiende con el guía”.

“Desde que tengo uso de razón he tenido perros”. Lo dice Eugenio antes de iniciar a relatar su interesante historia relacionada con el mundo canino. Pero a continuación aclara que “eran perros de trabajo, tipo pastor”. Con su ayuda, y a lomos de un caballo, “arreaba” el ganado. Sin embargo, su curiosidad y el cariño por los perros le llevó a adentrarse en las técnicas del adiestramiento. “Comencé a formarme por mi propia cuenta, por hobby”, dice, “porque por aquel entonces, hace 20 años, en Colombia era impensable pagar por hacer un curso de adiestramiento”. Así que se buscó la vida y consiguió hacer uno de “adiestramiento básico de obediencia en la Policía colombiana”. Posteriormente realizó otro en la Cruz Roja. Pero la verdadera inmersión en esta especialidad canina se produjo tras afincarse en Euskadi. “En 2009 vine porque quería desconectar, ya que allí, en Colombia, tenía una empresa que no me fue bien”. Su idea era la de pasar “tres meses de vacaciones”, pero al final optó por prolongar la estancia al ver que había posibilidades de ganarse la vida con sus conocimientos caninos. “Empecé como paseador de perros, dando servicios a tiendas de mascotas, a la vez que me formaba”, cuenta. “Me homologué por el Gobierno vasco como adiestrador de perros”, recuerda, lo que le dio la posibilidad de trabajar como profesor en varios centros caninos. Y el salto cualitativo en su preparación lo dio en Madrid en 2012 con la realización de un curso en el prestigioso centro internacional de la Fundación Bocalan. A partir de ese momento, Eugenio intensificó su trabajo como freelance en el adiestramiento de perros hasta que en 2014 montó su propia empresa. Y en enero de este año abrió Xtrem-dogs en el polígono industrial Errotatxu de Getxo. Lo ha hecho con “tres propósitos”. A saber: “Una educación básica en el adiestramiento a los dueños de perros, el aprovechamiento de las aptitudes que tiene un perro, y la formación de adiestradores”. Según explica, “el curso básico consta de una serie de clases, de entre una hora y hora y media de duración”. Cada clase cuesta 25 euros, y Eugenio asegura que “con 10 clases es suficiente si se aprovecha bien el trabajo”.

Habilidades Hasta sus instalaciones acuden personas de todo tipo, desde los que quieren un adiestramiento individual, “a los que se les da unas pautas de manejo”, hasta los que quieren sacar el máximo de habilidades a sus mascotas para participar en competiciones de deportes caninos. Tras muchos años de experiencia, Eugenio ha podido comprobar que “hay muchas personas que quieren más al perro que a sus propios hijos”, algo que él considera un gran error. “Hay que tener equilibrio y sentido común para educar un perro”, repite más de una vez a lo largo de la conversación. Y también aconseja que antes de hacerse con una mascota “pregunten a un profesional, porque si metes a un border collie en un piso va a ser el perro más frustrado del mundo”. En sus cursos también les deja bien claro a los clientes que “la felicidad del perro pasa por dejarle que sea perro y no cerrarlo a las conductas humanas”. Eugenio tiene perros, pero no los lleva a dormir a su cama.