Bermeo - Ibai Gabantxo es un joven remero del club de remo de Bermeo Urdaibai. Con solo once años es un auténtico ganador, pero no por los títulos de campeón de Euskadi y de España que obtuvo hace un año en categoría de bateles; antes de lograr esos galardones, el pequeño bermeotarra ya era un campeón al derrotar una leucemia que le ha mantenido más de la mitad de su corta vida internado en varios hospitales.
“Fue una lucha muy dura”, recuerda la madre de Ibai, María José Martínez. Todo comenzó cuando su hijo tenia cinco años; “empezó con tres semanas de gripe, anginas, neumonía y en cuanto llegamos al hospital de Cruces y le hicieron la analítica, desde el primer momento le diagnosticaron leucemia”. Tanto Martínez como su marido no supieron cómo reaccionar en un primer momento, no encontraban la manera de poder comunicar una noticia así a la familia. Lo que al principio fue un shock, poco a poco se convirtió en una rutina diaria.
Al principio, Gabantxo estuvo un año en Cruces, ingresado con quimioterapia y esperando un trasplante. “Desde un primer momento nos dijeron que hacía falta un donante”. Después estuvieron otro año en Madrid, donde el joven tuvo dos transplantes de medula; en el primero salió muy bien del hospital, pero cogió una neumonía y lo rechazó. “Yo fui la donante, ya que no había ninguno, pero solo era un 66% compatible”, recuerda la progenitora. Después del segundo y definitivo transplante el joven bermeotarra pasó otro año en la capital estatal y allí empezaron a contactar con la fundación DKMS.
DKMS es una organización de origen alemán y sin ánimo de lucro cuyo objetivo es captar el mayor número posible de donantes voluntarios para ayudar a los pacientes de leucemia y otras enfermedades hematopoyéticas a encontrar un donante compatible. En el Estado español la fundación más reconocida es la de Josep Carreras. Su labor es imprescindible para salvar vidas ya que, como recuerda María José Martiínez, “la gente desconoce lo que es ser donante de médula ósea. Ibai esta aquí gracias a un donante pero hacen falta muchos más”. Por todo ello, en Bermeo han creado un grupo a favor de las donaciones de medula. En un año, solo en la zona de Urdaibai, han conseguido 300 donantes. Aunque es mucha gente hay que tener en cuenta que de media, solo uno de 40.000 donantes de medula es compatible. “Es una labor muy difícil pero hemos encontrado a una donante en Bermeo y estamos muy contentos por el trabajo realizado”, remarca.
María José Martínez es actualmente la presidenta de Aspanovas, la asociación de padres de niños con cáncer de Bizkaia. El cáncer es una enfermedad cotidiana pero el problema es que muchas veces la gente no se da cuenta de esa realidad hasta que le toca de cerca. “A mí me tocó y era ignorante totalmente en lo que se podía hacer. Tenemos muy poca información”. Quieren que al igual que las campañas para donar sangre también se haga lo mismo con la médula. Como recuerda el propio Ibai Gabantxo, “si tu estuvieses en esa situación te gustaría que te ayudaran”. Porque aunque está curado, todavía le quedan muchos amigos en el hospital que necesitan un ángel.
El pequeño Gabantxo ya lleva tres años remando en Urdaibai. Hace poco, además, se ha apuntado a ciclismo. Él que ha conocido lo que es no poder correr libremente, aprecia ahora cada momento que tiene para disfrutar, pero no olvida que hay muchos que están sufriendo y por ello recuerda que “lo mejor que podéis hacer es dar vida en vida”.